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UNA LECCIÓN APRENDIDA

En 1988, cuando yo era médico residente en el Hospital Carlos Haya de Málaga (27 años tenía), viví algo que, aunque banal en apariencia, me dio mucho que pensar. La anécdota podría contarla recurriendo al humor o al chiste. Pero no. Tras meditarlo, he decidido que, dado que aquella metedura de pata me sirvió para mejorar como médico, merece la pena esforzarme y extraer, en tono serio, una reflexión profunda.

Los médicos residentes, por si alguien no lo sabía, son médicos que han acabado la carrera de Medicina y que, tras aprobar unas durísimas Oposiciones Nacionales (el famoso MIR), hacen su especialidad en cualquier hospital de España. Están formándose, pero ya son médicos. O, dicho al revés, aunque ya son médicos aún están en periodo de formación.

Una de las tareas fundamentales de los médicos residentes es atender las Urgencias. Una tarde cualquiera de 1988, estando yo en el Área de Observación con cuatro camas a mi cargo (supervisado siempre por médicos mayores), aterrizó por allí una paciente de 82 años a la que llamaremos Aurelia. Aurelia, procedente de un pueblo cuyo nombre omitiré, vino a parar a mi esquina; y, una vez aposentada en mi terreno, durante doce horas completas la atendí lo mejor que supe.

Venía Aurelia con un grave problema de anuria. Esto es: no orinaba en absoluto. Aurelia tenía una diabetes tan avanzada que sus riñones estaban hechos trizas. No filtraban la sangre. No orinaba desde hacía varios días. Era una sentencia de muerte. Una anciana desahuciada por la ciencia.

Bajaron a verla los internistas, los nefrólogos y los urólogos de guardia. Todos coincidieron en lo mismo: la diálisis no era posible por su mal estado de salud y por la avanzada edad; los medicamentos ya no servían para tratar el problema de Aurelia; y un ingreso hospitalario, para morir en pocos días, no era del todo preciso.

Hablamos con sus hijos para que eligieran entre las dos opciones posibles: quedarse, o irse. Fueron unánimes: llevársela de vuelta al pueblo. Fue una decisión sensata: para morir, si el caso es manejable, nada mejor que tu habitación, tu casa, tus hijos, tus nietos, tus amigos de siempre.

Mientras Aurelia estuvo en el Área de Observación (mientras le hacíamos todas las pruebas que necesitaba y los especialistas iban dando el veredicto), yo charlé mucho con ella. Aurelia estaba en sus perfectas cabales, y era una mujer simpática. Me explicó las faenas agrícolas que había hecho de pequeña; y yo, que también soy muy cateto, le daba palique hablándole de olivos, de espuertas, de morcillas y de albercas. Aurelia y yo, por qué no decirlo, nos cogimos afecto.

Pero llegó el momento de irse y, ¡ay horror de los horrores!, la enferma nada sabía. Sus hijos no se habían atrevido a decirle que se iba. Los especialistas que bajaron a tratarla, tampoco. Y a mí, su médico en ese momento, se me había pasado por alto el pequeño detalle de comunicar a Aurelia que lo suyo no tenía solución, que iba a morirse de todas-todas, que ya no orinaría nunca jamás y que, por decisión de todos menos de ella, se iba a marchar a su pueblo en pocos minutos.

Casi con la ambulancia en la puerta, hube de dar la mala noticia a la dueña de su vida. Era lo justo. Durante las doce horas que allí estuvo, aunque tratada y remirada por medio hospital, yo había sido el médico de Aurelia. Su referencia.

Dar malas noticias es algo para lo que no te preparan en la Facultad de Medicina. Al menos así ocurría antes, en mis tiempos. Ahora, no lo sé. Digamos que dar malas noticias era (o sigue siendo) una ingrata tarea que aprendíamos los médicos a base de ensayo y error. Esto es: a base de meter la pata muchas veces. Y yo, con Aurelia, la metí hasta las honduras. Porque, aunque había docenas de maneras de abordar correctamente el asunto, yo, inadvertidamente, por precipitación o inexperiencia, escogí la única que no se debe escoger: la de tratar a un paciente como si fuera un tonto. Y un paciente, aunque esté senil o terminal, no es ningún tonto. Es un paciente. Una persona con derechos. Y, entre ellos, el derecho de recibir información veraz.

Me acerqué a la cama de Aurelia y le cogí las manos. Luego, con aire falsamente desenvuelto, con mi mejor sonrisa postiza, le espeté:

– Muy bien, Aurelia. Traigo muy buenas noticias. Te vamos a dar el alta y te vas a marchar a casa. Te hemos puesto unos medicamentos nuevos que harán efecto en unos días. El médico de tu pueblo, con el informe que llevan tus hijos, ya se encargará de hacerte orinar.

Aurelia me miró, burlona. Aún recuerdo la negrura de sus ojos, el tacto de sus dedos y las arrugas de su cara; el pelo, limpio; blanquísimo; su mano, asida a la mía.

–Sí hijo, sí. Desde luego –. Aurelia no me había llamado “doctor”, sino “hijo”. Y una sonrisilla traviesa dejó entrever su dentadura. Luego, amable y mordaz al mismo tiempo, prosiguió–: Si no he orinado en el Hospital Carlos Haya... ¡voy a orinar en mi pueblo!

Y a mí, en aquel preciso instante, se me cayó la cara de vergüenza.

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico y escritor malagueño.

 “EL ETERNO POR QUÉ”

Se acercan las fiestas navideñas y sentimos la necesidad imperiosa de cumplir con los ritos itinerantes que nos impone la ortodoxia. Tenemos que acudir a los grandes almacenes para comprar esas prendas que tanto necesitamos, que tanto deseamos y que nos harán tan felices cuando los demás nos digan lo bien que bien nos sientan. Tenemos que visitar a los parientes, a aquellos que no hemos visto a lo largo del año ni hemos tenido interés, pero esta visita navideña será el rito de purificación que nos permitirá pasar otro año de la misma forma. Tenemos que hacer un derroche en la comida; en nuestra casa no puede faltar el marisco, el jamón, el turrón, el cava, todo aquello que esta religión ha elegido para nuestro gusto sin necesidad de ponerlo nosotros; en definitiva, esa comida tan placentera de la que acabará un alto porcentaje en la basura, en lo que tampoco repararemos, pues también parece ser otra de las necesidades cotidianas, otro rito.

Tenemos, en fin, que hacer un derroche de gastos durante un mes, lo que supondrá la purificación de los stocks de producción acumulados durante todo el año y abrirá un nuevo ciclo de nacimiento de nuestro dios: el dios del consumo. Es el becerro de oro al que hoy adoramos sin pararnos a pensar que con las sobras que tiramos en los países llamados ricos podrían alimentarse esas dos terceras partes de la humanidad que se mueren de hambre, de miseria e indignidad, además de someter a nuestro planeta a un deterioro por el que ya da signos de padecer un terrible cáncer. Si; ya se que damos limosnas a los necesitados de vez en cuando, lo que también forma parte de la ortodoxia, como cuando (según dicen) se exigía a los obreros chinos trabajar alguna hora más de forma gratuita para mandar el dinero a los trabajadores de Norteamérica, porque se morían de hambre.

Pero, qué nos respondería alguien a quién preguntáramos ¿por qué nos conducimos así? Cabe esperar que nos dijera simplemente: porque es Navidad y siempre ha sido así. Y es que, ya no podemos evitarlo, porque continuar, repetir esta liturgia innecesaria de consumo masivo, es la condición para que no paren las fábricas, para que no aumente el paro, porque no sabemos o no queremos conducirnos de otra forma sin prever que, en este maravilloso viaje interestelar, las propias estrellas no nos dejan ver las maravillas de la vía láctea.

No; siempre no ha sido así. Hubo una época en la que se aceptaba la finitud de la vida, en que se aceptaba la muerte de forma humilde, solemne: “Te alabo, oh Zeus, pues me acercas a ti ya viejo, cuando no puedo ver el cielo estrellado”. Hubo un tiempo en el que el ser humano tuvo su propia religión natural, sencilla, realista; que se preguntó por el “por qué” de las cosas desde su perspectiva humilde, personal, a pesar de que siempre hubo expertos fundidores de metales, chamanes, adivinos, sacerdotes de culto; en fin, los representantes del poder que ofrecían a los humildes la posibilidad de olvidarse de pensar, de dedicarse a trabajar para ellos y para quienes les ponían en lo alto de la pirámide social. Ellos ponían a Dios, aunque, seamos realistas porque desde siempre: el listo vive del tonto y el tonto de su tontería”. El problema está en que existe mucha gente que no tiene una tontería de la que vivir.

Sin embargo, es casi imposible pasar las fiestas navideñas sin pensar, aunque solo sea por unos instantes, en aquel por qué que arrastramos desde los inicios de la humanidad, si bien, y como decía Groucho Marx: “hemos salido de la nada para llegar a la última miseria”. Sí; hemos recorrido una larga etapa para darnos cuenta como Nietzche de que: “el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones”. Es inevitable seguir preguntándonos de vez en cuando un ¿por qué? que nos aterra desde siempre, aunque la riqueza nos lleve a creernos dioses y a construir pirámides monumentales para seguir siéndolo eternamente bajo ellas.

Hoy, las libertades del capitalismo y las no libertades del comunismo tienen al hombre aprisionado por igual en la religión consumista, solo que, los unos practicándola y los otros deseándola; en este paradigma parece que no hay ateos ni es necesaria la Inquisición, dado que la religión, ya formada y dotada de sus dogmas, pasa a ser un hecho cultural, de modo que incluso es bueno para la salud del alma el ir de compras a los grandes almacenes cuando nos sentimos deprimidos. Se verifica así que cumplir con la ortodoxia proporciona estabilidad emocional, nos permite cobijarnos bajo la protección de las normas sociales, nos alberga la conciencia colectiva, aunque esto sea tan distinto de lo que, solo a veces, nos recuerda nuestra conciencia individual.

Pero, existen otros momentos en los que también nos preguntamos ¿por qué? o, al menos, estamos tentados a ello: cuando comprobamos el saldo que arrojan nuestras cuentas bancarias después del usar las tarjetas para celebrar estas fiestas. Por un momento nos asaltan los negros presagios que arrojan esos saldos, pero, pronto, algo adormece los interrogantes que esa reflexión momentánea nos plantea: “el banco me pospone el pago de mis compras a tantos meses…”. Qué bien; incluso los logros de un sistema financiero tan moderno, refinado y sensible a los problemas que pueden atentar contra esta religión, vienen en nuestro socorro para evitar que una pregunta impertinente haga mella en nuestra conciencia. ¿Por qué tengo que preocuparme de las consecuencias de mis propias decisiones sobre consumo presente y consumo futuro? Faltaría más.

 Por si fuera poco, desde que un gobierno inventó la forma tan rentable de redistribuir socialmente la riqueza con la lotería de navidad (aunque lo hacía para financiar inminentes independentismos), vemos colas interminables que ocupan varias calles para poder adquirirla en una famosa administración de centro de Madrid. En ellas la gente tiene un comportamiento ejemplar; no se queja de nada y soporta el frío invernal con una paz y alegría indescriptibles, pues va a adquirir su billete, va a celebrar esa comunión que le da una alta probabilidad de que pronto posea su parcela de cielo. No es mala del todo esta forma de redistribución, porque es un impuesto voluntario para llenar las arcas de la hacienda. Por cierto, todos esperan que les toque “el gordo” para retirarse definitivamente del trabajo; ahora resulta que el trabajo es un mal social y el resultado del azar es lo deseable.

La metafísica es imposible como ciencia porque de Dios, del mundo y del alma no tenemos conocimiento empírico; pero, nos engañamos porque, indefectiblemente, algún día, queramos o no queramos, tendremos que reflexionar muy en serio sobre aquella proverbial sentencia de Pierre Gassendi: “Nací sin saber por qué. He vivido sin saber cómo. Y muero sin saber cómo ni por qué”.

                                                                                              Alfredo Martín Antona

EEUU, al margen de la OTAN, ha declarado la guerra a Europa

LA  VERDAD ES QUE

EEUU, al margen de la OTAN, ha declarado la guerra a Europa al bombardear, las líneas de abastecimiento de energía necesarias para la supervivencia de millones de europeos.

Aunque parecía que la guerra en Europa era de USA contra China/Rusia, el ataque con torpedos de un buque de guerra submarino, a los gaseoductos que abastecen de gas a millones de europeos, ha sido un ataque con armas de guerra a Europa, que, en derecho internacional, es una declaración de guerra.

 Las sospechas de que EEUU, más luchaba contra Europa, que contra Rusia, porque LOS HECHOS DEMOSTRABAN QUE ERA A EUROPA A LA QUE ESTABA ARRUINANDO, ahora ya han dejado de ser sospechas y no queda duda.

¿Casualidades o planificación?

Primero promociona el golpe de estado en Ucrania, luego la elección de su actor con miles de millones en su campaña, y la guerra civil.

Después separa a Inglaterra de la Unión Europea Después nos hunde el valor del euro.

Nos fuerza a interrumpir Y REDUCIR nuestros suministros de materias primas y energía de Rusia con la excusa de las sanciones para defender el derecho internacional, que la OTAN se viene saltando desde SIEMPRE.

Arruina nuestra industria por falta de energía barata, porque ellos sí que cobran su suministro con beneficios, De hecho estamos más bloqueados que Venezuela. Se adueñan de nuestros mercados industriales que ya no podremos abastecer.

Y ahora bombardean los gaseoductos, para que no podamos cambiar de criterio, ni firmar la paz con Rusia.

 O seguimos pagando el atraco que nos piden, o matan de frío a millones de europeos.

  Es escalofriante.  Con la música del desenlace de El Padrino. La secuencia de los hechos no admite dudas.

Europa era el objetivo desde el principio y el mejor botín.

 Y no queda más remedio que aceptar que es esto lo que está pasando.

 ¿Qué podemos hacer?

Reconocer la verdad de los hechos. Y las mentiras de sus palabras.

Aliarnos con Rusia, como nuestro socio natural, para defendernos mutuamente del matón universal.

 El bombardeo ya ha ocurrido.

Angel Luis Cancela

LAS AUTORIDADES SANITARIAS NUNCA SE ATREVERÁN A INDISPONERSE CON TU VOTO

CONSEJOS MÉDICOS QUE NO DEBERÍA DARTE YO, SINO LAS AUTORIDADES SANITARIAS; PERO QUE TE LOS VOY A DAR YO PORQUE LAS AUTORIDADES SANITARIAS NUNCA SE ATREVERÁN A INDISPONERSE CON TU VOTO.

Me vas a permitir, lector, que exponga unos consejillos para cuando debas consultar a un médico. Y como me gusta tirar de retranca, aquí te dejo, con mucho respeto y cariño, 15 sencillas verdades:

1º: Salvo urgencia o emergencia, es bueno acudir al médico con cita. ¿Se te ocurriría, lector, presentarte en el aeropuerto y exigir que te suban al avión sin haber sacado antes un billete? Y a la consulta de tu médico ¿sí te parece bien?

2º: Llevas razón, lector. Es cierto que hay demora para acceder al médico. Es intolerable que la cita para tu médico de cabecera, o para tu pediatra, tarde siete, diez o quince días. Y es intolerable que la cita a un traumatólogo tarde seis meses. Pero el Departamento de Duelos y Quebrantos, sección de Gritos, no se encuentra en el Centro de Salud. Para expresar tu justificada indignación, acude a los organismos oficiales o al libro de reclamaciones. Ah. Y toma nota a la hora de votar.

3º: Es costumbre iniciar la entrevista clínica contándole al galeno los síntomas que padeces. Comenzar la entrevista por el final, indicándole a tu médico el tratamiento que debe prescribirte o la baja que debe darte, es algo irracional y peligroso. Un ejemplo: si a tu domicilio, lector, acude un técnico para arreglar el aire acondicionado… ¿le vas explicando los pasos a seguir, o le dejas hacer su trabajo? Pues con tu médico, igual.

4º: Decirle al médico que es un cabrón, o un medicucho, o lanzarle un florero a la cabeza, podría descentrarlo un poco. En dicha situación es posible, incluso, que no te atine con el diagnóstico.

5º: Aunque parezca increíble, amigo lector, existen infinidad de enfermedades que un médico puede sospechar, o incluso diagnosticar, tan sólo con lo que tú le cuentas y con la exploración que te hace. Te lo digo buscando tu bien: no siempre hace falta un análisis, o una radiografía, o un TAC, o una resonancia. Por eso afirmaba Marañón que el único instrumento imprescindible para pasar la consulta es una silla.

6º: Los “chequeos” anuales en personas sanas no sirven para nada, salvo para alarmar innecesariamente al paciente con falsos positivos. Hay pocas excepciones a esta regla general: mamografías periódicas, citologías vaginales periódicas, sangre oculta en heces a partir de los 50 años, examen dental anual y algunas otras. Antes de exigir… pregunta.

7º: Las radiografías no son curativas. Si ya sabes que tienes una artrosis de columna, o de cadera, o de rodilla… ¿para qué esa insana insistencia en irradiarte una y otra vez? Créeme, lector: el cáncer que puedes agarrar por irradiarte es mucho más peligroso que la artrosis que padeces.

8º: Las analíticas tampoco son curativas. Hay que hacerlas cuando el médico lo considera necesario. Pero si te hartas a diario de cubatas y cerveza, ¿a qué venir cada dos meses a pedirme una analítica? ¿Para saber el momento exacto en que empieza la cirrosis? ¿Para irte inscribiendo ya en la lista de espera para el trasplante de hígado? Mejor, deja de beber y se acabarán tus preocupaciones.

9º: Los valores de las constantes vitales y de los parámetros clínicos que pedimos en las analíticas no los escoge a capricho cada ciudadano, sino que oscilan en un rango que el médico conoce por su profesión. Ha costado siglos que la ciencia determine esos valores para que ahora vengas tú, querido lector, y “democratices” su uso. ¿Qué es eso de que 37º es fiebre para ti, pues tu temperatura normal es de 34? ¿Qué es eso de que 120/70 es una tensión alta para ti, que siempre tienes 100/50? ¿Qué es eso de que 300 de colesterol es poco para ti, pues lo sueles tener en 400? Si los valores de las constantes vitales fuesen “a la carta” no habría cabeza humana que pudiera abarcar la carrera de medicina.

10º: No, querido lector. Te he dicho mil veces que no hay medicinas útiles para la calvicie. Cuando la cabeza de Julio Iglesias tenga pelos… ven a mi consulta a preguntar.

11º: Lo de las “defensas bajas”, a pesar de lo que digan los anuncios de Actimel, es otra leyenda urbana. Salvo que tengas el SIDA, o estés inmunosuprimido tras un trasplante, o te estén administrando quimioterapia por un cáncer, si te encuentras triste y abatido o si te resfrías varias veces en invierno… seguro que no será por tener “las defensas bajas”. Créeme, lector. Te ahorrarás pinchazos inútiles y muchos gastos en polivitamínicos que no sirven para nada.

12º: Si fumas… toserás, escupirás y te resfriarás muchísimas veces. Eso es un axioma inexorable que ni Jesucristo redivivo te lo va a solucionar. Si fumas, son inútiles los jarabes para la tos y son absurdas las múltiples consultas que me haces para recordarme que no se te quita la tos. Eso sí: tal vez tengas los pulmones tan destrozados que necesites un tratamiento para la EPOC. Céntrate en eso y en dejar de fumar.

13º: “La tiroides” no engorda, ni tampoco engorda “el cambio de metabolismo”. En el 99% de los casos lo que engorda son las aceitunitas que picoteas, la Coca-Cola que paladeas, la cervecita que bebes, los helados que te zampas, los quesos y las morcillas que engulles, los ataques nocturnos a la nevera y la falta de ejercicio físico. ¿No has notado, lector, que en Somalia y en Etiopía no hay obesos? Pues bien: allí también hay cambios de metabolismo y problemas de tiroides. Lo que no hay es comida.

14º: Querida adolescente: si acabas de echar un polvete y aún tienes las piernas temblando, no hace falta que consultes en Urgencias para hacerte “la prueba del embarazo”. Más bien, digo yo, pide la píldora postcoital en una farmacia o, mejor aún, utiliza siempre un método anticonceptivo seguro y continuado.

15º: Un último favor, lector: si ya te ha diagnosticado el panadero… ahórrate el viaje a mi consulta para una segunda opinión. Házsela al frutero de la esquina. Y si ya te has diagnosticado tú a través de Google y de Yahoo!, ahórrate venir a mi consulta para una segunda opinión. Házsela a TikTok.

Y recuerda, amigo mío, que los dos únicos ingredientes obligatorios para que la relación entre el médico y el enfermo sea satisfactoria son la confianza mutua y el respeto mutuo. Ni más, ni menos.

Siempre a tu servicio.

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico y escritor malagueño.

¡Defendamos los derechos humanos!

Lo natural del capitalismo es la competencia.

Lo natural de la competencia es intentar someter o engañar al competidor.

Lo natural del uso del engaño o de la fuerza es apropiarse de algo del otro.

Hacerte con algo del otro, con fuerza o engaño, es robarle.

Robar a otro es provocarle a la violencia.

Provocar a la violencia, produce violencia.

La violencia entre países es la guerra.

Con lo que es justo concluir que la ideología capitalista es causa de todas las guerras. Y debería ser considerada criminal, en derecho internacional.

¿Quien tenía interés en venderle gas, petróleo y armas a Europa, tenía poder para provocar la guerra de Ucrania?

¿El gobierno de Ucrania, se atrevería a hacer la guerra con Rusia, si no tuviera ya un acuerdo previo con USA?

¿Se habría atrevido el gobierno USA a luchar en solitario contra Rusia, si no hubiera tenido un acuerdo previo con el gobierno de la UE?

Y las preguntas clave. SOBRE DEMOCRACIA.

¿Si hicieran ahora un referéndum en Ucrania, con libertad de información, sobre si parar la guerra, ganarían los de continuar, o los de parar?

¿Si se hiciera ese mismo referéndum en Europa, con libertad de información, ganarían los de seguir o los de parar la guerra?

¿Y si se hiciera en EEUU, con libertad de información, quien ganaría?

Con lo que es justo concluir que nuestros gobiernos, incluido el de USA, son un fraude democrático, y no tienen legitimidad alguna para representarnos, y menos para mandar a morir a ninguna persona en ninguna guerra, para mejorar el negocio de algunos criminales sin escrúpulos, que se disfrazan de su país, pero que van sólo a lo suyo.. 

¡Defendamos los derechos humanos! ¡Reclamemos la paz!

¿QUIÉNES FUERON LOS “BUENOS” Y LOS “MALOS” DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA?

Ya va siendo hora, pienso yo, de tratar nuestra Guerra Incivil con la misma perspectiva histórica con que tratamos las guerras carlistas o la invasión napoleónica. Hoy, en 2022, nadie menor de 110 años de edad pudo ostentar el grado de oficial durante nuestra guerra incivil. Nadie menor de 105 años pudo ser suboficial. Nadie menor de 100 años pudo ser soldado raso. Y nadie menor de 60 años puede tener recuerdos personales del dictador Francisco Franco, el vencedor de aquella contienda, que falleció en su cama en 1975.

Antes de que la mal llamada Ley de Memoria nos desmemorie a todos, antes de que la Ley que prepara el Partido Socialista, Unidas Podemos y Bildu me diga lo que debo o no debo pensar sobre la Guerra Incivil, y antes de que me multen por escribir aquello que no sea la verdad oficial, me daré el gusto de publicar unas cuantas reflexiones sobre la Guerra Incivil, aderezadas de hechos objetivos para apoyar mis argumentos. Y que se les seque la yerbabuena a quienes quieran enredar.

Respecto a la Guerra Incivil Española (1936-1939) hay tres conceptos que se funden y confunden intencionadamente desde hace 86 años. A saber: LEGITIMIDAD, RAZÓN Y BONDAD. Aunque –pienso yo– no hay que ser un Pitágoras para, dejando atrás los rencores, responder con ecuanimidad:

a-¿Qué bando tenía la legitimidad (asimilable a legalidad) en aquel conflicto incivil de 1936-1939: los republicanos o los franquistas?

Respuesta: los republicanos, no cabe duda. La República, aunque imperfecta, era legítima. Y quien se subleva contra un régimen legítimo (llámese Mola, Tejero, Franco, Companys, Largo Caballero, Indalecio Prieto o Puigdemont) carece de legitimidad y es un golpista, o un sedicioso. O ambas cosas. De primero de democracia es eso.

b-¿Qué bando tenía “LA” razón?

Respuesta: Ninguno. Nadie tenía “LA” razón al completo, pero ambos bandos tenían “SUS” razones para liarse a tiros. Razones confesables o inconfesables; materiales o idealistas; canallescas o sublimes. Incluso razones de pura supervivencia, en un alto porcentaje de los casos. La verdad sea dicha: llegaron a haber tantas razones en juego como personas implicadas en la contienda.

c-¿Qué bando era, pues, “el bueno”?

Respuesta: “buenos” son los Ángeles del Cielo que están a la diestra del Señor, allá en Su Gloria. Porque yo, confeso admirador de don Arturo Pérez-Reverte, no negaré sus palabras:

<<…No todos los que hoy recuerdan con orgullo a sus abuelos, heroicos luchadores de la España republicana o nacional, saben que muchos de esos abuelos no pasaron la guerra peleando contra sus iguales, matando por sus ideas o por su mala suerte, sino sacando de sus casas de madrugada a infelices, cebando cunetas y tapias de cementerios con maestros, poetas, terratenientes, sacerdotes, militares jubilados, sindicalistas, votantes de derechas o de izquierdas, incluso a simples propietarios de algo bueno para expropiar o robar. Así que menos orgullo y menos lobos, Caperucita>>.

Así pues, sabiendo eso, repito mi pregunta: ¿Qué bando era “el bueno”? Venga, lector, ayúdame a salir de dudas:

Bueno fue Melchor Rodríguez, anarquista de postín, delegado de prisiones en Madrid por la República, quien, jugándose la vida muchas veces, se negó a que los milicianos sacaran de las cárceles a los derechistas para darles matarile. Y malo fue el miliciano comunista que abrió en canal a un sacerdote y colgó sus restos de unos ganchos en la puerta de su casa con el siguiente cartel: <<se vende carne de cerdo>>.

Bueno fue Luis Rosales, poeta falangista que escondió en su casa a Federico García Lorca, aunque no pudo impedir que al final se lo llevaran detenido. Y malos fueron los falangistas sin nombre que, en Granada, le pegaron cuatro tiros a Federico por ser homosexual y de izquierdas. O los falangistas de Castilla la Vieja que, acompañados de un capellán castrense, entraban en los pueblos, rapaban a las mujeres de los rojos, les daban aceite de ricino y, tras un padrenuestro del cura, asesinaban sin piedad (y sin juicio) a sus maridos.

Bueno fue el alcalde republicano de Málaga, don Eugenio Entrambasaguas, el cual, entre julio de 1936 y febrero de 1937, a través del cónsul de Méjico en Málaga, puso a salvo en Gibraltar a numerosos sacerdotes y personas de derechas. Y malo fue el fiscal Arias Navarro, “carnicerito de Málaga”, futuro Presidente del Gobierno en los últimos años de Franco, quien, ante las súplicas del cónsul mejicano para que perdonase la vida del buen alcalde republicano dijo así:

<< ¡Pero cónsul, por favor! ¡Es el alcalde rojo de Málaga! ¡Es “fusilable por necesidad”! >>.

Y el cabrón, lo fusiló.

Bueno fue el cura de mi pueblo, con una demencia senil, retirado desde hacía varios años de labores pastorales, el cual, mientras los milicianos del partido comunista le hacían cavar su propia fosa antes de asesinarlo (y después de haberlo torturado con muchísima crueldad), los bendijo a la luz de la luna y les pidió permiso para rezar un Credo. Se llamaba aquel mártir don Ricardo Muñoz Ortega. Y malos fueron, ¡cómo no!, sus asesinos.

Bueno fue el médico canadiense Norman Bethune, de las Brigadas Internacionales, que anduvo con su ambulancia entre los civiles bombardeados por Queipo de Llano en la carretera Málaga-Almería, curando a duras penas las heridas y transfundiendo sangre como buenamente podía. Y malo fue el criminal Queipo de Llano, general psicópata y borrachín al servicio de Francisco Franco, quien bombardeó desde el mar y desde el aire a decenas de miles de malagueños republicanos que huían por aquella carretera en lo que se ha conocido como “la desbandá”.

Bueno fue el propietario de derechas que, ante la inminente entrada de las tropas franquistas en su pueblo, ocultó tras un muro de su casa a dos líderes jornaleros que, en los inmediatos meses del dominio rojo, le habían expropiado sus tierras. Y malo fue Juan Negrín, Presidente del Gobierno de España en los últimos estertores de la República, el cual, aun a sabiendas de que todo estaba perdido, alargó la guerra innecesariamente doce meses para hacer un favor a Stalin y mantener abierto en España un conflicto con posibilidad de internacionalizarse.

Bueno fue Miguel Hernández, poeta marxista que visitaba trincheras y que murió de tuberculosis en las cárceles de Franco. Y malo fue Rafael Alberti, poeta marxista también, apoltronado en la retaguardia (como un rey) a costa de la “Agrupación de Intelectuales Antifascistas”, visitando checas madrileñas para su esparcimiento moral, viajando a la madre Rusia a cuenta del erario público y señalando con su pluma (“¡A paseo!” se llamaba su columna) a cuantos intelectuales de derechas necesitaban, según él, un inmediato “tratamiento”. Entre ellos, a Unamuno (que se pudo librar de sus iras).

Bueno fue Baudilio Sanmartín, comandante republicano que se negó a abandonar a la población civil de Málaga cuando sus superiores, a la vista de las tropas de Franco, ya habían huido de la ciudad. Y malos fueron los milicianos psicópatas que violaban y torturaban a los presos derechistas en las checas madrileñas o catalanas (“cárceles del pueblo”, las llamaban). Eran anarquistas, socialistas, comunistas y separatistas de Companys que, a falta de valor para luchar en los frentes, dedicaron sus esfuerzos “revolucionarios” a las siguientes torturas: la banderilla, el “empetao”, la ratonera, la silla eléctrica, la argolla, el quebrantahuesos, el depósito, la bañera, el huevo, la verbena y el dentista. Técnicas todas ellas que me niego a describir aquí, por si hay niños que me leen.

Y esto es todo cuanto debo decir de nuestra gran guerra, querido lector. Así de fácil o así de difícil fue. Que no existe, ni existirá, la bondad o la maldad colectivas. Pues la bondad, como la inteligencia o la belleza, no la posee un grupo organizado de personas –llámese Partido, Iglesia, Nación o Sindicato– sino cada uno de sus componentes individuales. Y bondad no es tan sólo la ausencia de maldad, sino un gesto proactivo hacia quien es perseguido, hacia quien sufre, un sufrir también con él, un entregarse. Y la bondad nada tiene que ver con tener o no razón, ni con la legalidad, ni con la legitimidad. Se tiene razón, o no se tiene. Se posee legitimidad, o no se posee. Pero la bondad y la maldad son tonos grises, como grises fueron, también, las infinitas historias personales de nuestra Guerra Incivil.

Y ésta, lector, es mi “Memoria Histórica”.

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico y escritor malagueño.

Harto de los no pensantes

Más que harto, estoy indignado con los parados, mileuristas, autónomos, trabajadores de todos los gremios y de los que se creen clase media por sus conversaciones de Bar, haciéndose eco de las consignas del PP y satélites respecto a bajar los impuestos al menos en un 5%. No recuerdan que los mismos partidos que ahora hablan, cuando gobernaron subieron los impuestos por Decreto Ley.

Algunos de estos no pensantes son llamados «fachas pobres», por ser seguidores de las consignas pregonadas insistentemente en los medios controlados por esos partidos (casi todos) si exceptuamos a los independientes (la mayoría digitales), esta nueva ocurrencia del PP tiene un fin, desmovilizar a los votantes, sin darse cuenta estos pensantes de Bar o sesudos de oficinas que solo ven TV sin comprender que esta consigna es de los «poderes fácticos», algo así expone Tezanos en un artículo publicado en la revista Temas y titulado «Encrucijada político-preelectoral», el no leer es otro de los motivos del descerebramiento de estos elementos. Los descerebrados no pensantes deberían de reclamar al PP que se sume a la ciudadanía en reclamar un salario acorde con las subidas provocadas por la inflación de la que son culpables los Grandes Emporios financieros.

No sé si saben los no pensantes que los impuestos que recauda el Estado sirve para Sanidad, Educación, Prestación de desempleo, IMV y Servicios Sociales entre otros, pero siempre públicos, y cuando gobernaron estos partidos, gran parte fue para enriquecimiento de presidentes, ministros y adjuntos, restando inversión en lo Público, (o privatizaron directamente), pero su práctica habitual fue desviar gran parte de esos impuestos en subvenciones a la Iglesia, Hospitales y Enseñanza privada, también a grandes empresas de pingües beneficios, para proyectos futuros y no utilizando sus beneficios por si fracasan, como ha ocurrido supuestamente en muchos casos.

Estos charlatanes de Bar no saben que gran parte de lo recaudado van a las CC AA que lo distribuye supuestamente en lo público, pero es notoria la prevaricación reinante donde benefician a determinados elementos afines en detrimento de la ciudadanía, hablan de bajar sobre todo el precio de los combustibles, pero ¿quién sube los precios?, el Estado no, durante la actual aventura USA en Ucrania donde nos han metido, ha generado una subida de hasta un 75% en el combustible, consiguiendo las grandes corporaciones de hidrocarburos disparar sus márgenes de refino llegando a ganar 150.000 millones en el primer semestre, a ellos la rebaja de los impuestos les beneficia directamente a pesar de que nunca pagan conforme a la media de la ciudadanía, alrededor del 15% del IRPF, ellos pagan (por su ingeniería financiera, no más de un 3%), estos serán los verdaderos beneficiados de la rebaja de impuestos. Por qué los no pensante no piden al PP que se sume en la petición de un salario digno para los asalariados, a sus mentores del IBEX 35, en lugar de rebaja fiscales donde están algunos de los antiguos gobernantes como asesores o en consejos de administración por las llamadas «puertas giratorias», que con sus contactos estos grandes consorcios piden subvenciones para proyectos eólicos, solares o verdes, tanta caradura no la entiendo, pero los aplaudidores ni se enteran, tal vez con un ejemplo vean la realidad: - Los que cobran alrededor de 30.000 € anuales y con un 18% de IRPF, les supone un sueldo real de 24.600 €; si se le resta directamente un 5% más, el IRPF quedaría en el 13%, resultando un total de 26.100 €, son 1.500 € más para gastar, alrededor de 4 € diarios por familia, mientras que Bancos, y Grandes Emporios de todo tipo con beneficios superiores a los 5.000 millones anuales a esos que no pagan más de un 3%, ¿que se les hace? ¿dar dinero? Eso son los 250 millones € de cada uno de ellos, de lo Público para beneficio de las grandes fortunas. Que expliquen los sesudos economistas del PP como aplicar el 5%, o al menos cómo queda la ampliación de los consejos de administración, y asesores de esas grandes empresas para esos políticos cuando abandonen la política, esos que son jaleados por los descerebrados de «clase media» charlatanes de Bar, mileuristas, autónomos o trabajadores en general, a todos les diría una frase muy de Cádiz ¿tú no serás tonto?

José Enrique Centén Martín

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Mi alma tiene prisa

- Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora.

- Me siento como aquel niño que ganó un paquete de «dulces»; los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente.

- Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.

- Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.

- Mi tiempo es escaso como para discutir títulos. Quiero la esencia, mi alma tiene prisa… Sin muchos «dulces» en el paquete…

- Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír de sus errores. Que no se envanezca, con sus triunfos. Que no se considere electa antes de la hora. Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.

- Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.

- Quiero rodearme de gente que sepa tocar el corazón de las personas. Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma.

- Sí…, tengo prisa…, tengo prisa por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.

- Pretendo no desperdiciar parte alguna de los «dulces» que me quedan. Estoy seguro que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.

- Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.

- Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una y ésa, es la que debes disfrutar con moderación.

 - Poema de Mario de Andrade [Sao Paulo 1893 - 1945], poeta, novelista, ensayista y musicólogo. Uno de los fundadores del modernismo brasileño).

- Se lo dedico a todos aquellos que lucharon durante la dictadura y nos enseñaron el camino para continuar en la década de los 60, 70, 80, muchos de ellos torturados, otros cayeron asesinados de un tiro traicionero de los fascistas.
- También para los que aún viven y no queden en el olvido, anónimos luchadores que guardan silencio saboreando esos «dulces» que lograron, y aún participan con otro tipo de brío por ser menos jóvenes, pero con la esperanza que cojan el testigo las nuevas generaciones, porque mucho de lo conseguido se los están arrebatando y son pocos los que se dan cuenta.

 

José Enrique Centén Martín

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Los «cuñaos»

Una vez más el morado molesta, en 1977 lo dijo S. Carrillo, y desde el 2014 la derecha más corrupta de España empezó a actuar encarecidamente contra Pablo Iglesias y PODEMOS, lo de Pablo fue una persecución sin parangón, con amenazas de muerte, para él y familia, era el ojo del huracán de PODEMOS a batir, ahí empezaron a surgir los «los cuñaos» avispados, cada uno queriendo ser el líder, agazapados a la espera para cuando acabasen con Pablo, y empezó las Taifas en las comunidades donde Podemos tenia influencia.

Hoy en el 2022, se ha consumado en Andalucía, por un lado, Teresa una «anticapi» que no quiso dar su apoyo al PSOE en el 2018, por no querer apoyar a un partido corrupto, ello dio paso a VOX y a los fascistas en el gobierno andaluz, y desde entonces el paro, la corrupción, las privatizaciones de lo público, no han hecho más que aumentar, todo por la actitud personal y egocentrista pensando en «lo mío», no en los que le dieron su apoyo y votos, rompiendo con Podemos que la aupó como líder vamos una «cuñao». Y ahora en las nuevas elecciones una vez más la magnanimidad de Podemos se ha visto traicionada, dado que Yolanda Díaz en Andalucía ha apostado por una candidata de IU, cerrando acuerdos con Más País (Íñigo Errejón) «otro cuñao», siendo invitado Podemos a sumarse, como si fuese un partido marginal en Andalucía, cuando el que lo es, es Más País. Veremos si esa apuesta ha sido otro «cuñao» no solo a Podemos, sino también a Yolanda, declaraciones posteriores de Inma y sobre Andalucía es de un rampante andalucismo nacionalista, olvidando su importancia a nivel nacional.

Yolanda, quiero creer que tu actuación no sea de «cuñao», te lo han hecho supongo. Así comprenderás que todos quieren ser líderes de su parcela, les importa un carajo la Nación, es un «hablemos de los mío». En el facherío ocurre lo contrario, todos unidos para robar como única ideología y si se intenta denunciar a alguien desde dentro, lo fulminan.

Pronto se ha olvidado que solo gracias a Podemos hay dos ministros comunistas en el gobierno actual, hecho que no se repetía desde la República con Vicente Uribe y Jesús Hernández Tomás, ambos tuvieron que exiliarse al final de la contienda. Yo que soy Podemos incluso antes de que existiera, me avergüenza la continua traición de los llamados comunistas, llevo desde 1969 en la lucha y he visto de casi todo del PCE, desde el revisionismo «carrillista», hasta su desvarío en la «Platajunta», donde incluía a personas vinculadas con el padre del caza-elefantes (el huido a Abu Dhabi).

Ahora en Andalucía la traición se perpetúa, pero no soy como los «puristas» de IU, votaré para que la ultraderecha no se afinque en Andalucía, no como los que llamaron a la abstención con tal que Podemos no lograran votos suficientes, incluso capaces de actuar como en Ardales (Málaga), donde IU logró la Alcaldía con los votos de Falange (A) en el 2007, frente al PSOE.

Votaré a pesar de todo, porque Podemos ha actuado con responsabilidad y generosidad para sumar, decidió retirar su candidato cuando Yolanda Díaz pidió que se aceptara la opción de IU con Inma Nieto y fuese posible la unidad, ¿amenazó el «cuñao» IU?, pero no conforme con eso, tras aceptar esa condición, la organización con la que se negoció, registró de forma incorrecta la documentación para Constituir la Candidatura, pero casualidad, sin Podemos, vamos lo que el IBEX35 lleva intentando «tiempo ha» en el resto de España. Mientras tanto el PSOE se mantiene a la expectativa de forma muda, son pasos para la vuelta al Bipartidismo, añorado por muchos «sociatas», los llamados «barones», tanto los antiguos como los incipientes a la espera de las ansiadas «puertas giratorias», algunos ya en el Gobierno actual.

 

 

José Enrique Centén Martín

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Cloaca No Intransigente

La no intransigencia es con los fascistas, al ser un supuesto servicio de inteligencia de ideología puramente franquista, sus investigaciones y su proceder tienen un sesgo ideológico concreto, cuando debería ser totalmente neutro e investigar a los que verdaderamente están en contra la España Plurinacional, es decir, contra personas o grupos al servicio de otros países que atenten contra la población española, o a determinadas personas que abusan de su posición política, pero no es así, sus filas están repletas de elementos con un ideario trasnochado hace décadas y repudiado por los países demócratas, donde se incluyen jueces y fiscales en las distintas escalas, hasta la más altas instancias.

 Actuando a favor de cierta élite en lugar de servir a la ciudadanía a la que deben proteger, como los malversadores del Erario Público, como el «niño de Abu Dhabi», protegiendo o sobornando a sus mantenidas, cuando no amenazando a una de sus «almejas» preferidas por «el origen de unos milloncejos de nada», tampoco tiene indicios de quien es M. Rajoy en los «papeles de Bárcenas», o los autores de las balas en sobres al Vicepresidente de Gobierno, Ministro de Justicia y a la Directora de la Guardia Civil, la investigación, ¿si hubo?, no llegó a ningún sitio, solo a la retirada de manera «inmediata» del trabajador de Correos por no ser capaz de identificar en las imágenes que mostraba el equipo radiológico la munición. Tampoco el identificar más claramente la ideología del autor y los que hacen eco por su deseo de matar a 26 millones de españoles incluidos sus hijos, claro alegato para el asesinato de más de la mitad de los españoles, personajes que se enorgullecen de los miles de asesinatos del mayor genocida español durante la sublevación militar de 1936 hasta su muerte en 1975, y donde algunos de sus esbirros continuaron hasta la década de los 80. Este servicio de inteligencia ha tergiversado las palabras de Arias Navarro del 20 de noviembre de 1975, como lograron desde 1977 que en la Enseñanza Pública no se hablara del fascismo ni de la dictadura, perpetuando el ideario fascista, al darle otro sentido a la frase «Franco ha muerto», dando un sesgo monárquico que el impuso y de forma larvada significa ¡Franco Vive!

No sería extraño que este servicio de inteligencia tuviera algo que ver con los manipuladores de las 20 denuncias falsas contra PODEMOS y su entorno, está clara su actuación contra políticos catalanes por la tecnología «Pegasus», saldrán más, pero qué casualidad, nada de los manejos que impliquen a miembros del PP y satélites, como en el caso de las 500.00 mascarillas no utilizadas, con el empresario Philippe Solomon al que la Justicia española no localizó, pero que Infolibre ha llegado a entrevistar, como tampoco encuentran a los que se han enriquecido con un sueldo ejerciendo de político desde décadas, siendo capaces de comprar mansiones, vehículos de lujo y chalés de siete cifras, sin hipotecarse, tampoco nada sobre los paraísos fiscales donde esconden sus fortunas, todo ello solo por llevar banderitas hasta en los collares de los perros, o ser capillitas de misa de a 8, pero con la conciencias más negra que el sobaco de un grillo; algo les caerán por ser las ratas de esa cloaca al servicio de intereses particulares, cuando no criminales y, puede que algunas de las más afortunadas consigan un destino o puesto remunerado como algunos expresidentes o exministros, son los «quinta columnista» del PP en el Gobierno de Coalición, y dos personajes sobresalen, Margarita Robles, y Carmen Calvo, presuntamente postuladas como adalides de este Pegasus en España, al servicio de un Belerofonte desconocido, sin sospechar que están vigilados por el Zeus actual, la Dictadura Financiera Internacional, que maneja y alimenta el Fascismo en el Orbe en su beneficio, como se está viendo en el actual conflicto de Europa.

 

José Enrique Centén Martín

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