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GOLPES DE ESTADO A LA CARTA

Miles de energúmenos antidemócratas se lanzaron a las calles brasileñas para torcer la voluntad de su país por vía de la fuerza. Ignorando lo que las urnas decidieron a nivel nacional, suplantando con la violencia física el voto mayoritario de sus conciudadanos, hicieron de su capa un sayo y escogieron la coacción para imponer sus deseos. Que lo sucedido en Brasil es un golpe de Estado, nadie en el mundo lo duda. Que la durísima actuación policial para frenar el golpe ha sido completamente necesaria, tampoco. Que las penas para los revoltosos serán muy severas, tampoco lo duda nadie. Y, además, el Gobierno brasileño ha tomado enérgicas medidas para que la felonía no se repita.

Miles de energúmenos antidemócratas se lanzaron a las calles de Estados Unidos para torcer la voluntad de su país por vía de la fuerza. Ignorando lo que las urnas decidieron a nivel nacional, suplantando con la violencia física el voto mayoritario de sus conciudadanos, hicieron de su capa un sayo y escogieron la coacción para imponer sus deseos. Que lo sucedido en Estados Unidos fue un golpe de Estado, nadie en el mundo lo duda. Que la durísima actuación policial para frenar el golpe fue completamente necesaria, tampoco. Y que las penas para los revoltosos serán muy severas, tampoco lo duda nadie. Y, además, el Gobierno estadounidense ha tomado enérgicas medidas para que la felonía no se repita.

Miles de energúmenos antidemócratas se lanzaron a las calles de Cataluña para torcer la voluntad del país por vía de la fuerza. Ignorando lo que las urnas decidieron a nivel nacional, suplantando con violencia física el voto mayoritario de nuestros conciudadanos, hicieron de su capa un sayo y escogieron la coacción para imponer sus deseos. Que lo sucedido en Cataluña fue una bromilla pesada, nadie en este Gobierno lo duda. Que los policías que frenaron a los revoltosos son unos piolines piojosos, tampoco lo duda el Gobierno. Que los autores intelectuales y materiales de la traición ya están en la puñetera calle (y libres de cargos), tampoco es motivo de duda. Y, además, el Gobierno español ha tomado enérgicas medidas para que la felonía se repita periódicamente: ya ha “arreglado” el Código Penal para que los “revolucionarios de los lazos amarillos” no sufran molestia alguna en el próximo golpe de Estado.

Cagoentoloquesemenea y mitad del cuarto más.

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Estupefacto.

FELIZ NAVIDAD, AMIGOS Y AMIGAS DE FACEBOOK

Hay en Europa un movimiento cada vez más ruidoso que promueve la desaparición de la terminología cristiana en las distintas festividades del año. Así, hace varias semanas, desde algunos medios de comunicación y desde ciertas redes sociales, pretendían que este mes no nos dijésemos “Feliz Navidad”, sino “Felices Fiestas”; o, usando terminología pagana, “Felices Saturnales”. Eso sí: para estos grupos tan supuestamente laicos y tan supuestamente “de progreso”, felicitar por sus verdaderos nombres el Ramadán mahometano, el Janmashtami hinduista y el Yom Kipur judío sigue siendo aconsejable. Pero justamente porque no me sale de los huevos entrar en jueguecitos anticristianos, es por lo que, aunque agnóstico y rojillo, tengo el placer de felicitaros la Navidad de 2022: la fiesta de mis mayores, la fiesta que viví con mis maestros, la fecha del nacimiento de Jesús, el autor de las bienaventuranzas, un hombre esencialmente justo tanto para creyentes como para no creyentes.

También he leído en las redes sociales las exigencias vocingleras de muchos progresistas de salón y de varias ONG subvencionadas para “que los templos católicos abran sus puertas estas noches gélidas de invierno y acojan en su interior a las personas sin techo” (sic). Arguyen que la Iglesia Católica cobra del Estado, y tiene esa obligación social. Yo apoyo esa buena idea sin ningún género de duda: que abran los templos las puertas. Y apoyo la idea con el mismo entusiasmo que (estoy seguro) la van a apoyar las sinagogas judías, las mezquitas mahometanas, los templos budistas y las casas de oración de los Testigos de Jehová. Todas ellas cobran también del Estado y, no cabe duda, abrirán de par en par sus puertas a los sin techo para que no sólo los templos católicos monopolicen la caridad. Como también estoy seguro de que los locales de UGT, Comisiones Obreras, CNT y CSIF, que tienen calefacción central y están vacíos por vacaciones, y cobran subvenciones del Estado, abrirán sus puertas a los indigentes para no ser menos que los católicos. Y… ¿qué decir de la Patronal (CEOE y CEPyME)? En sus locales pagados por el Estado no sólo hay calefacción central, sino conserjes con gorra de plato: los indigentes se sentirían allí como en su propio boquete de cajero automático. Ah. Y no se nos olviden las sedes centrales y provinciales del PSOE, de Podemos, del PP, de VOX, de Ciudadanos, de Compromís, de Bildu y de Esquerra. Estoy seguro de que estos partidos políticos, tan sensibilizados con la justicia social, y tan regados con dinero del contribuyente, no dejarán sola a la Iglesia Católica en el honor de dar techo a los pobres.

“Solucionado” ya el asunto de los sin techo, permitidme, amigos míos, varios consejos personales para el próximo año. Cuidad la dieta. Haced un poco de ejercicio físico. Abandonad el tabaco. Evitad la soledad. Sed optimistas. Tened a mano un buen libro, o buena música. Ah. Y mantened el buen humor: reíos de vosotros mismos; y reíos, incluso, de las cosas tristes. No hay nada más potente que la risa, ni nada que descoloque más al adversario que la ironía o el sarcasmo. Y para el próximo año, haced un firme propósito: no perdáis el tiempo con quien no os quiere, o con quien no os lo demuestra, o con quien no desea caminar a vuestro lado, o con quien responde a vuestras atenciones con total indiferencia. Alejad de vuestras vidas, definitivamente, a quienes les importáis un rábano. Sé que es muy natural desear sentirse querido por todos, pero eso es imposible: la amistad, como el amor, necesita de la continua complicidad y del continuo alimento de dos. No sólo de ti. Nuestro tiempo, nuestra energía y nuestros sentimientos son lo más valioso que poseemos, y son finitos. Cuídalos. Y repártelos con quienes comparten contigo los suyos. Únicamente con ellos. El resto, no merece la pena.

Amigos y amigas de Facebook: los personajes de mis novelas y yo os deseamos Feliz Navidad. Eso, al menos, me comunica desde el más allá mi tío Edelmiro, el de la boina con antenilla, el que regalaba gallinas enjauladas al urólogo que le trataba la “prótola”.

Un abrazo de este amigo que tanto os debe.

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico y escritor malagueño.

 

EL GOLPE

Lo siento, amigo lector. Sé que estás enredado en las compras navideñas, en instalar el Belén y el abeto, o en el desenlace del Mundial de Qatar. Siento joderte la fiesta, pero tengo muy malas noticias: desde hace exactamente tres días el Gobierno está dando un golpe de Estado. Supongo que te importará un carajo, que en tu devenir diario tienes (o crees tener) cosas más importantes entre manos (como pagar el recibo de la luz sin caer en la indigencia). No te lo reprocho. Pero, de aquí a nada, lloraremos lágrimas de sangre.

Toda la biografía del presidente Sánchez, desde que lo sorprendieron detrás de una cortina manipulando papeletas, está cimentada en un conjunto de mentiras. Basó su campaña a la presidencia del Gobierno en cinco promesas concretas: (1) ser el adalid contra la corrupción; (2) no gobernar con Podemos; (3) no pactar nunca con Bildu; (3) hacer cumplir la sentencia del Tribunal Supremo contra los golpistas catalanes; (4) traer a Puigdemont a España para ponerlo a disposición de la Justicia y (5) tipificar el delito de referéndum ilegal. No ha cumplido ni una sola de sus promesas. Ha hecho exactamente lo contrario de aquello a lo que se comprometió, de aquello para lo que fue elegido por los españoles. Por no mencionar asuntos tales como entregar el Sahara a Marruecos y romper nuestra alianza del gas con Argelia sin dar explicación de ninguna clase, como un auténtico sátrapa. No hay antecedentes de un presidente del Gobierno que haya basado su presidencia en un listado de mentiras y en un listado de deslealtades. Sánchez no tiene legitimidad para hacer lo que está haciendo, porque nada de lo que hace se sometió a las urnas. En cambio, sí tenía legitimidad para hacer exactamente lo contrario.

El Gobierno nos tiene acostumbrados a semanas esperpénticas, pero el pasado viernes, en pleno puente de la Inmaculada, descubrimos que ya no hay límites para Sánchez y Podemos. Descubrimos que se deroga efectivamente el delito de sedición, y por lo tanto vamos a ser uno de los pocos países de la Unión Europea que se quede sin esta barrera para proteger al Estado. Descubrimos que se rebajan las penas del delito de malversación y, por tanto, gracias al incorruptible PSOE, ahora hay dos tipos de corrupción: la buena, que es la que le interesa al Partido Socialista (y a sus socios separatistas), y el resto. Y además, casi lo más grave de todo, descubrimos el descarado desmontaje de la separación de poderes del Estado y el fin de la independencia judicial: el Gobierno amenaza, literalmente, con meter en la cárcel a los jueces díscolos. Lo nunca visto.

En palabras pronunciadas ayer mismo por los indignados jueces del Consejo General del Poder Judicial, y de las que se hace eco la prensa española y extranjera, “estamos asistiendo al fin de la separación de poderes”, “el manoseo del Poder Judicial es espectacular”, “ESTO ES UN GOLPE DE ESTADO contra la Constitución”, “este es el momento más delicado de la democracia española desde el 23F”. Palabras muy duras pronunciadas por los jueces en época de villancicos, lotería, polvorones y fútbol. Palabras duras que, por desgracia, pasarán desapercibidas entre tantas luces navideñas y entre tanto escándalo que nos inmuniza. Palabras muy duras que recordaremos pronto. Pronto, sí.

Dentro de nada, si el Dios en quien no creo no lo remedia, tendremos una Confederación Cantonal de Repúblicas Ibéricas donde antaño estuvo España. Y la tendremos ante la mirada atónita de la inmensa mayoría de los españoles, que se preguntarán unos a otros: <<¿Cuándo demonios hemos votado esto? ¿Cuándo demonios se ha cambiado la Constitución? ¿Cuándo demonios dimos permiso a nuestros representantes políticos para este absoluto desmadre? ¿Cuándo demonios dimos permiso a Cataluña, a Navarra, al País Vasco, a Baleares, para que se separaran de España? ¿Cómo es que hay jueces condenados por no plegarse a las exigencias del Gobierno, mientras que los golpistas están todos indultados? ¿De qué manera sutil se ha convertido el Tribunal Constitucional en la sede del PSOE? ¿Cómo es que están en la calle los socialistas condenados por los ERE? ¿Quién es el hijo de perra que nos trajo esta ruina?>>.

¿Te asombras, lector? ¿Me tomas por loco? ¿Me tomas por alarmista? ¿Te preguntas cómo va a ser esto posible? Yo te lo diré, lector: igual que fue posible en Venezuela, en Rusia o en Nicaragua; apropiándose el Gobierno lentamente, con nocturnidad y alevosía, y con mucha vaselina, del Poder Judicial, del CNI, de los medios de comunicación, de una moribunda monarquía y de todos los resortes del Estado. En otras palabras: anulando los contrapesos del Gobierno tal y como ya ha anulado Sánchez los tradicionales contrapesos internos del Partido Socialista, un erial donde ahora sólo se convocan las Ejecutivas para aplaudir al líder y hacerle las debidas reverencias. O en otras palabras: convirtiendo un presidente democrático en un Caudillo Populista al estilo de Hugo Chávez, de Nicolás Maduro, de Daniel Ortega, de Pedro Castillo, de Vladimir Hijodeputin o de Pablo Iglesias Turrión. En un Caudillo Populista que, por cierto, ya ha expresado públicamente su máximo deseo de psicópata narcisista: “pasar a los libros de Historia” por desenterrar un cadáver. Manda huevos.

Si hay una imagen visual perfecta de lo que es un Caudillo Populista, tal vez sea la que publica esta misma mañana la prensa española. Dice la noticia:

<<Rebelión sindical en La Moncloa por el uso perverso de la normativa sobre el aire acondicionado: el Comité de Empresa de La Moncloa denuncia que, debido al decreto de ahorro energético, los trabajadores han de llevar abrigo y bufanda para soportar el frío, mientras en la “zona noble” del Palacio los políticos trabajan en mangas de camisa>>.

En eso, querido lector, consisten las dictaduras caudillistas cubana, argentina, rusa, venezolana, peruana, nicaragüense o norcoreana: mierda para el pueblo y oro para las élites. Economatos sin víveres para la población general, y caviar iraní para el Régimen. Calefacción para los líderes, y frío para los demás. Así de sencillo. Así de triste. No hay más misterio.

Varios amigos de toda la vida –que sé que me quieren bien– me aconsejan que deje de opinar en las redes sociales:

<<Este es un país cainita. Ten cuidado>>, dice uno. <<Sin querer, le haces el juego a la “derecha”>>, dice otro. <<No te vaya a ocurrir algo malo>> me advierte un tercero.

Llevan razón mis amigos. Pero precisamente por eso, porque me aconsejan no opinar, me veo en la obligación de opinar. Ellos, mis amigos, me sugieren que renuncie (aquí y ahora) a la libre expresión en base a un mal futurible que pudiese caer sobre mi cabeza. Pero no se dan cuenta mis amigos de que el futurible ya no es futurible: es actual, y se llama “acojonar al discrepante para acallar sus razones”. Y en todo caso, yo ya me he resignado a ser un saco de boxeo: gracias al Dios en quien no creo, soy perfectamente fusilable por ambos bandos. Cagoentóloquesemenea y mitad del cuarto más.

El mal ya no es futurible, amigos y amigas de las redes sociales. El mal ya está aquí. El mal se llama intolerancia, totalitarismo y guerracivilismo. El mal se llama ponerle a otro el sambenito de “fascista” o de “rojo asqueroso”. El mal se llama creer que nuestra bandera, la española, tan solo puede gustar a los “fachas”. El mal consiste en que te okupen la casa y tardes años en recuperarla. El mal se llama declarar “alertas antifascistas” y tomar la calle a la fuerza cuando ganan los adversarios. El mal se llama suprimir la Historia completa de España de los programas educativos. El mal se llama “rodear el Congreso” si no te gusta el resultado de las urnas. El mal se llama prohibir hablar en español en los colegios de Cataluña. El mal se llama apedrear los mítines del oponente político. El mal se llama tener sindicatos vendidos al Gobierno y al separatismo. El mal se llama decir que defiendes la sanidad pública mientras llevas a tus hijos a la Ruber. El mal se llama denominar a los escraches “jarabe democrático”. El mal se llama apoderarse lentamente de todo el aparato del Estado. El mal se llama indultar a los golpistas y aliarse con los filoetarras. El mal se llama que te expulsen del Congreso por decir que los filoetarras son filoetarras. El mal se llama sacar a los presos de ETA de la cárcel sin haber cumplido sus condenas y sin una pizca de arrepentimiento. El mal se llama amenazar a los jueces con la cárcel si no se pliegan a los deseos del Presidente del Gobierno. El mal se llama censura. El mal se llama que cualquier hombre sensato evite entrar a solas en un ascensor con una mujer desconocida. El mal se llama señalar y acosar desde el Gobierno a periodistas de prestigio (Vicente Vallés, Pablo Motos…) para callarles la boca. El mal se llama hacer pronto diputados a los delincuentes Junqueras y Puigdemont a mayor gloria del Partido Socialista. El mal se llama difamar al Fari (que en paz descanse) desde el Ministerio de Igualdad. El mal se llama afirmar que los jueces son «machistas e iletrados» cuando Podemos se equivoca al hacer las leyes. El mal se llama entregar el Sahara a los marroquíes porque te sale de los huevos. El mal se llama hacer un Código Penal a beneficio de los delincuentes. El mal se llama afirmar desde el Gobierno que los jueces son unos «fachas con toga», y que hay que sustituirlos por afines al Partido Socialista. El mal se llama tener a la población pasando frío mientras el Gobierno, en las habitaciones VIP del Palacio de La Moncloa, trabaja en mangas de camisa. Y el mal se llama, en resumidas cuentas, tener a un Presidente narcisista y mentiroso que, como Luis XIV (el Rey Sol), está convencido de que el Estado es Él. Él. Él. Él. Sólo Él.

Lo dicho, lector. Siento joderte la fiesta, pero la cosa está así. Y no olvides nunca lo siguiente: para que triunfe el mal, sólo hace falta que los buenos se inhiban.

Piensa, al menos, en qué lado de la trinchera te colocarás tú.

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico y escritor malagueño.

Somos iguales

El juzgado en el que estoy sirviendo en la actualidad comparte pasillo central con los juzgados de instrucción 1 y 2 y también con el juzgado de primera instancia nº 2. Esta convergencia espacial me permite comprobar diariamente cómo los usuarios de los órganos de instrucción siguen siendo (en su mayoría) los mismos que hace ocho años cuando empecé en esto… El delincuente tipo en España es un hombre, de entre 25 y 45 años, de extracción social baja o media-baja, con un nivel pobre de estudios y una situación económica precaria. La tipología delictual básica, la de siempre: delitos contra el patrimonio, tráfico de drogas, lesiones… Estos clientes (muchos habituales) de la Justicia al principio me despertaban temor, luego respeto, y con el paso de este tiempo…pena. No justifico nada, ni creo en esas bobadas de “el problema es el sistema”, ni nada parecido, pero sí que opino que dependiendo dónde nazcas y cuál sea tu proceso de socialización la relación con el delito puede ser más o menos intensa. Estos investigados recurrentes, condenados reincidentes, no conocerán en su gran mayoría la gracia del indulto. Para ellos nadie legislará de urgencia. No habrá pactos políticos de legislatura en su beneficio. Ni siquiera se llamará por teléfono en su favor a la junta de tratamiento. Simplemente, serán condenados y cumplirán su pena. Sin más. Sin favores de nadie porque lo cierto y real es que no le importan a (casi) nadie. En esos pasillos hay vidas ingratas, muchos errores y dolor (el propio y, por supuesto, el de las víctimas). Al fin, dolor y delito empiezan con la misma letra. Lo que más me repugna de la reforma penal de la sedición y la malversación es que es legislación sancionadora (favorable) a la carta para unos pocos que nada tienen que ver con los demás. Y eso quiebra la noción elemental del Estado de Derecho: que todos somos «uno» y que la ley es igual para todos. Cuando muchas mañanas les sigo viendo sentados esperar a su abogado antes de la declaración para la que están citados les sigo preguntando lo mismo: “¿Está Ud. atendido?”. Esa pregunta y su respuesta ordinaria (“Sí, señor; muchas gracias”) me reconcilia con mis convicciones. Somos iguales.

Presupuestos Generales del Estado 2023

La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases, a la que pertenece el FAI, ha emitido la siguiente Declaración con motivo de la aprobación de los presupuestos de guerra para 2023:

Con ocasión de la aprobación en el Congreso de los Presupuestos Generales del Estado para 2023, la Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases manifiesta su más rotunda condena al sesgo belicista de estos, que contienen un incremento desmesurado en las partidas destinadas a los gastos militares, al tiempo que desatienden las apremiantes necesidades sociales consecuencia de una crisis sistémica que se profundiza por momentos.

No se trata únicamente de que el presupuesto del Ministerio de Defensa aumente casi un 26%, sino de que se multiplican hasta la extenuación los gastos militares escondidos en otras partidas, dedicados a los programas especiales de modernización de armamentos, a la investigación y desarrollo, a las cuotas de organismos militares multilaterales, a organismos autónomos de Defensa o a las misiones militares en el exterior.

Si a todo ello se suman el presupuesto del cuerpo militar de la Guardia Civil y las pensiones de los militares retirados, el total ascendería a más de 27.000 millones de euros, según los criterios establecidos por la propia OTAN. Esto supone, de facto, un 2,13% del PIB, más del 2% exigido por la propia OTAN y que el Presidente Sánchez había prometido alcanzar para 2030.

De todos estos gastos militares, 7.700 millones de euros son para los programas de modernización, o sea, compra de nuevas armas. Suponen el 30 % del total de las inversiones del estado. Se hacen a largo plazo contra créditos del Ministerio de Industria y hoy suponen una deuda de 25.000 millones de euros.

Pero lo importante de los gastos militares en los presupuestos no es tanto su cuantía o su incremento, como la utilidad que se les da. De ninguna manera están destinados a defender a nuestro país de supuestos enemigos.

Por el contrario, los presupuestos militares se orientan a mantener la industria militar y unas fuerzas armadas disfuncionales, con enormes lastres y servidumbres: un ejército que dilapida en nuevas adquisiciones mientras mantiene una carencia crónica en el mantenimiento de los sistemas, cautivo de un sistema económico colonizado por el complejo industrial militar de los EEUU sin apenas cesión de tecnología y que invierte ingentes cantidades en armas que no funcionan o que están destinadas a guerras ajenas.

Pero además, unas fuerzas armadas en las que perduran los intereses de una casta militar celosa de su autonomía, con una ratio de 7 mandos por cada 10 soldados, que mantiene la herencia ideológica del dictador Franco, en las que sus mandos consideran que son su patrimonio personal y que hacen recurrentes incursiones en la vida pública para intentar suplantar la soberanía popular.

Para todo eso son los presupuestos militares. Se nos pretende convencer de que el enorme incremento responde a exigencias de la guerra; sin embargo, son simplemente la expresión del juego de intereses, que se aprovecha de la excusa de una guerra promovida por la autodenominada “comunidad internacional” para medrar en su inagotable apetito.

Y como es habitual en los presupuestos presentados por los sucesivos gobiernos, el gasto real viene a ser más del doble de lo consignado al Ministerio de Defensa, en un ejercicio de engaño que va dirigido exclusivamente al pueblo español y no a la OTAN. Todo ello, inscrito en la farsa que supone la política exterior y de seguridad en un acuerdo parlamentario sin fisuras, en el único ámbito en el que todas las fuerzas políticas coinciden, obedientes al mandato del imperio yanqui, sin que se haya oído ni una voz discordante.

Las fuerzas del progresismo liberal, nuevamente, utilizan su posición de gobierno para adelantar la agenda imperialista, adoptando medidas que las propias derechas no se atreverían a tomar en las mismas circunstancias. Le llaman política de estado y se basa en la profundización de la dependencia y el sometimiento a los intereses de los EEUU y de los capitales vinculados a ellos, reforzados con un papel activo en la guerra en Ucrania. Todo ello, con desprecio de las genuinas necesidades populares, siguiendo las directrices emanadas de la Cumbre de la OTAN y de su Asamblea Parlamentaria, ambas celebradas en Madrid, que ha llegado esta última al extremo de declarar a Rusia como “estado terrorista”.

La práctica totalidad de las fuerzas parlamentarias han apoyado los presupuestos de guerra, mostrando así su disposición a continuar con la política de confrontación con la Federación Rusa exigida por los EEUU, en lugar de avanzar en una política exterior soberana de convivencia pacífica con otros pueblos y estados del mundo.

La paz es el resultado de la correlación de fuerzas: la presión del occidente colectivo contra la Federación Rusa, la única fuerza hoy en día con capacidad de confrontarla en su propio terreno, solo será neutralizada y alcanzada la paz cuando la Federación Rusa haya alcanzado sus objetivos militares de derrota del nazismo y la eliminación de la amenaza de la OTAN sobre su territorio.

Consideramos que la derrota de Rusia por la OTAN significaría el final temporal de toda resistencia a su estrategia expansionista y de saqueo de otros pueblos y naciones, así como la generalización de un régimen totalitario, de exclusión y superexplotación de las poblaciones al interior de los países aliados, que no podemos consentir de ningún modo.

 

Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases

Energía = Riqueza

El mundo entero gira en torno a la idea de riqueza. Los más ricos siempre quieren más, los pobres quieren acceder a algo de esa riqueza. Los países se endeudan para mañana para tener riqueza hoy. La vida es la búsqueda de la riqueza o, una vez conseguido algo de la misma, cómo utilizarla.

Pero ¿qué es realmente la riqueza?

Basta con mirar a las aves pequeñas, a los pájaros, a los gorriones, a los aviones y los vencejos, para saber directamente lo que es la riqueza. Estas aves se pasan el día como locas, buscando ansiosamente comida. Pero la comida es energía, y esa es su riqueza.

¿Y la nuestra?

Las personas más ricas han tenido siempre palacios, obras de arte, objetos preciosos, y servidores. Los palacios han exigido emplear en ellos muchísima energía, en materiales, transporte, trabajadores que tienen que comer, etc., es decir, utilizar energía. Al final, los palacios son energía incorporada,  de difícil o imposible acceso, y equivalen a energía disipada.

Las personas menos ricas trabajamos para tener la posibilidad de acceder a los tres tipos de energía, directa, almacenada e incorporada. La directa es, por ejemplo, el calor del sol, o del fuego, que nos permite mantener la vida. La almacenada es, por ejemplo, la comida,  las funciones corporales y mentales de todos los segundos de nuestras vidas. Otro ejemplo, la gasolina, que nos permite desplazarnos rápidamente de un lugar a otro. La incorporada son los bienes inmuebles, por ejemplo, que nos permiten protegernos del entorno, y disponer nuestras vidas. Más riqueza es acceso a más energía, menos riqueza es la limitación al acceso de la misma.

Durante las primeras etapas del Homo Sapiens, éste accedía a una cantidad de energía muy limitada, y a veces dejaba de poder acceder a ella, por ejemplo, durante las grandes sequías.

Con la primera revolución energética, es decir, la agrícola, el ser humano accedió, más o menos de repente, a excedentes energéticos. El mejor ejemplo son las pirámides de Egipto. Al comienzo del sistema de irrigación que capturaba, mediante canales, las aguas del monzón de Etiopía, los recursos energéticos producían excedentes que había que disipar, y nada mejor que construir pirámides. Pero esos recursos energéticos eran fijos (la cantidad de agua del Nilo tenía un límite). Al crecer la población los excedentes empezaron a escasear, y al cabo de pocos siglos ya no había excedentes para seguir construyendo grandes pirámides. De mucha riqueza para unos pocos y una riqueza moderada para muchos, se pasó a la misma riqueza para los grandes ricos, y muchísima menos para los demás. Aún así, esa menor riqueza era mayor de la que podían disponer los nómadas de las tierras desérticas al otro lado del istmo (entonces) de Suez, o de las tierras semidesérticas de la altiplanicie de Judea.

Los excedentes de riqueza volvieron a aparecer en la segunda revolución energética, la de los combustibles fósiles, solo que esta vez los excedentes fueron gigantescos, ya que esos combustibles se habían almacenado durante 30 millones de años en el Carbonífero, hace 300 millones de años, y los estamos gastando en unos 300 años.

La riqueza se expandió desde Inglaterra a los EEUU, a los países continentales de Europa, y posteriormente a los países del Golfo y otros con carbón, petróleo y gas natural. La población volvió a crecer (la abundancia de energía permitió el desarrollo de la medicina y la disponibilidad de alimentos) desde unos 1.000 millones a 8.000 millones camino de los 10.000 millones en este siglo XXI. Los enormes excedentes de energía actuales empiezan a disminuir al bajar las reservas de combustibles fósiles y aumentar la población a la que hay que distribuir energía. Según la FAO, hoy hay 800 millones de personas muy pobres, en un mundo de aparente abundancia. No hay suficiente energía que llegue hasta ellos.

Como ocurrió en Egipto.

Los seres humanos, ignorantes de esta realidad de lo que es la riqueza, han establecido monedas diversas, que siempre han estado relacionadas con la disponibilidad de energía. En Roma se sutilizaban el denario y el sestercio. Una cierta cantidad de denarios, unos 40.000, equivalía a un barco lleno de energía almacenada en forma de granos de trigo,  de aceite o de vino, por ejemplo. La demanda y la oferta, las condiciones del entorno, la abundancia o escasez de monedas, pueden hacer que el precio en monedas de ese trigo fluctúe a lo largo de los años, pero su valor energético es siempre el mismo, y misma es por tanto su riqueza.

Hoy seguimos debatiendo, como si fuésemos ignorantes de esta realidad, sobre la riqueza de las personas y de las naciones en términos monetarios, cuando en realidad deberíamos preocuparnos por la disponibilidad de energía de cada persona y de cada país. O al menos, aceptar abiertamente como iconos todos los esquemas financieros y monetarios, que terminan, en un plazo de 20 años como máximo (generalmente menos años) en colapsar cuando no están mantenidos con riqueza real, es decir, con energía disponible.

La energía es el ingrediente esencial para producir lo que llamamos “bienes”. Más energía, más bienes, y son bienes lo que queremos. Hoy se habla de la necesidad de “decrecer”, de usar cada vez menos cosas, de vivir con lo que tenemos. En primer lugar, este es un mensaje para una pequeña parte de la humanidad. La gran mayoría lo que quiere es tener más: Más comida, mejores viviendas, más transporte, mejores ropas, … . En segundo lugar, una vida sin mejorar es la vida de las hormigas: 300 millones de años sin el menor cambio, sin el menor objetivo, absolutamente inútiles.

Si tenemos energía más que de sobra, podemos, si queremos, reconstruir un país, un mundo, de otra manera, con abundancia real, sin tener que “satisfacer deseos ilimitados con recursos escasos”.

España tine unos 500.000 km2. Con una décima parte de ellos, en general desiertos, o sin cultivos ni bosques,  con esa décima parte, cubierta de placas solares o de turbinas eólicas, tendríamos la energía que representa el PIB español.

Se entiende mal como no se llena esa superficie de captadores de energía, y seguimos con penuria en España.

El engaño actual es confundir los papeles de "dólar" con la riqueza, y aceptar deudas de bienes reales a cambio de esos papeles pintados.

UN LLAMAMIENTO DESESPERADO

Francia. Abril de 1793. La cabeza de Luis XVI, cual balón de fútbol en Qatar, ya había rodado en la guillotina. La reina María Antonieta y su pequeño heredero al trono (de ocho añitos mal cumplidos) aguardaban su turno de afeitado en seco en la lúgubre prisión parisina de La Conciergerie. Los nobles se habían exiliado. El clero estaba purgado. Francia, desde hacía un lustro, seguía en plena efervescencia revolucionaria.

En ese 1793, la Primera República Francesa era gobernada desde la Convención, un parlamento elegido por sufragio universal masculino que estaba dividido en tres sensibilidades políticas: la izquierda jacobina de Marat y Robespierre (los minoritarios), la derecha girondina de Vergniaud (la segunda en número de diputados) y el sector centrista de Dantón (el de mayor número de escaños). Todos los diputados de la Convención habían participado en el derrocamiento de la Monarquía Absoluta. Todos, tras fuertes dolores de cabeza, habían tomado la Bastilla (de Baracetamol). Todos eran héroes. Todos eran gente dura, revolucionarios intachables, ciudadanos leales a Francia, republicanos burgueses de pro. Todos eran anticlericales. Todos habían votado la muerte del rey.

Les separaban cuestiones menores de índole económica, filosófica y social. Pero la intolerante izquierda jacobina de Robespierre (los minoritarios) no se conformaba con haber perdido las elecciones: quería el poder absoluto. Y así, aliándose con lo peorcito de la sociedad parisina (delincuentes, falsificadores, carteristas, perroflautas, ex–convictos, violadores, asesinos, contrabandistas, psicópatas, terroristas, estafadores…)  se propuso asaltar el Estado, apoderarse lentamente de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y eliminar físicamente al resto de los diputados de la Convención.

En ese abril de 1793, faltaba un mes para que triunfara el violento Golpe de Estado jacobino y se instaurara el periodo denominado “El Gran Terror Revolucionario”. Fue una dictadura cuasi personal de Robespierre que sólo duró catorce meses (hasta julio de 1794), pero en la que dio tiempo a asesinar a 40000 franceses acusados de “tibieza revolucionaria” (6000 en la guillotina, entre ellos casi todos los diputados opositores de la Convención).

En ese abril de 1793, el baño de sangre se venía venir. Los jacobinos ya hacían circular abiertamente las listas de “elementos indeseables”, y sus secuaces tomaban las calles y amenazaban a los transeúntes. Mientras, la mayoría social parisina se mantenía silenciosa y acobardada en sus casas.

Horroroso, lector. Horroroso. Una situación más peligrosa que un cirujano con hipo. Cagoensanpitopato.

En ese estado de cosas, un diputado del sector girondino (Jérome Pétion), cuyo nombre también rulaba en los amenazadores papeles jacobinos, hizo la siguiente desesperada advertencia:

<<Valientes habitantes de Paris: tened cuidado, no tenéis ni un instante que perder para detener el progreso de los malvados. Vuestras propiedades están amenazadas por un amasijo de bandidos, y cerráis los ojos ante este peligro. Se estimula la guerra entre quienes tienen y quienes no tienen, y no hacéis nada para prevenirla. Algunos intrigantes os dictan la Ley, os arrastran a medidas desconsideradas y desatinadas, y no tenéis el coraje de resistiros. Veis el aniquilamiento de Paris por una banda de charlatanes desaforados, y seguís tan tranquilos. Se ejercen contra vosotros todo tipo de inquisiciones, y las sufrís con paciencia. Sólo son quinientos o seiscientos hombres malvados, una tropilla vil de miserables, los unos delirando, los otros cubiertos de crímenes, la mayor parte sin medios de subsistencia conocidos, los que se extienden por doquier, ladrando entre los grupos, jurando, amenazando, no hablando más que de pillajes, ejerciendo el más odioso despotismo sobre casi setecientos mil buenos ciudadanos parisinos. La posteridad no podrá creerlo. ¡Republicanos! ¡Parisinos! ¡Preparaos! ¡La dictadura está cerca, y habrá sangre! ¡Salid al fin de vuestro letargo y obligad a volver a su guarida a estos insectos venenosos!>>.

Bueno, lector. Hasta aquí la advertencia del diputado girondino Jérome Pétion, realizada en abril de 1793, un par de meses antes de que Robespierre le afeitara el cuello desde atrás. Qué cabrón. Digo Robespierre, no Pétion.

Pero ahora no sé por qué te he contado todas estas cosas tan antiguas, ni a santo de qué venían. Será el Alzheimer.

Cagoentóloquesemenea y mitad del cuarto más.

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Club de Amigos de Robespierre.

SANIDAD, SANIDAD, SANIDAD.

Que durante una pandemia mortal hayamos tenido que atender a muchísimos pacientes por teléfono entra dentro de la lógica, aunque no de lo deseable.

En aquellos años de “sanidad guerrera” (2020-2021), y hasta que las vacunas contra el COVID cambiaron el panorama, no eran convenientes las aglomeraciones en las salas de espera, ni que las personas acudiesen a los Centros de Salud por motivos meramente administrativos.

Todavía hoy, finales de 2022, la consulta telefónica es positiva para renovar recetas, emitir partes de confirmación, dar el resultado de una analítica o llevar a cabo los muchísimos y absurdos actos burocráticos que nos consumen horas de trabajo y asolan la Atención Primaria.

Pero convertir la consulta telefónica (una útil herramienta secundaria) en un sucedáneo permanente de la consulta presencial es un disparate propio de burócratas, de gentecilla que no sabe lo que de verdad acontece en la relación entre médico y paciente.

Los médicos y las enfermeras, para las consultas clínicas, necesitamos ver al paciente, observar su gestualidad, oír en directo sus quejas, tocar sus barrigas, auscultarlos, e incluso olerlos. Como decía Marañón “entre médico y paciente lo único imprescindible es una silla”. Y si esto es así en una consulta normal, no te quiero ni decir en una consulta de Urgencias.

Poner las Urgencias Extrahospitalarias en las exclusivas manos de las enfermeras es una temeridad que las deja a ellas a los pies de los caballos. Y atender urgencias por teléfono, o por videoconferencia, sin explorar al paciente y sin realizar las pruebas complementarias que precise el caso, deja a los médicos a los pies de la Justicia, y a los pacientes a los pies del sepulturero. Por eso, bienvenidas sean las protestas de pacientes y profesionales allá donde se produzcan.

Madrid es sólo un escaparate de lo que está aconteciendo en toda España desde hace tres décadas, y bajo todas las siglas políticas: se abren Centros de Salud que no se rellenan con sanitarios; se abren puntos de urgencia sin profesionales suficientes; y se abren consultorios rurales sin pediatras. Mucho ladrillo y poco personal. La cosa es inaugurar algo. Cortar lacitos, hacerse la foto y salir corriendo hacia el despacho. Que arree el que venga.

Las mareas sanitarias de 2017 y 2018 le costaron el puesto a la corrupta administración socialista andaluza. Yo aporté mi granito de arena desde este muro de Facebook, cosa de la que me alegro. Y ahora, no me extrañaría que sucediesen cosas parecidas en Madrid, Asturias, Cantabria, y en el resto de España. Porque cuando los sanitarios y los pacientes nos unimos, somos una fuerza invencible. Recordemos el ejemplo de Jesús Candel.

Dejen ya de poner parches, señores políticos y señores gestores. La sanidad es una piscina agrietada por la que se escapa el agua. Y la solución no consiste en echar más agua a la piscina, sino en tapar la grieta. Por más que abran ustedes las Facultades de Medicina, o el MIR, para que acaben más médicos…dará exactamente igual: se fugarán, como se fuga el agua de la piscina, hacia donde los traten mejor, hacia donde no los insulten, hacia donde no les agredan, hacia donde les paguen más y les hagan contratos estables.

Pueden ustedes “fabricar” más médicos y más enfermeras, como se lanza más agua a una piscina con grietas. Pueden “fabricarlos” como churros. Será inútil. Gastaremos el dinero de la Universidad (dinero público) en formar magníficos profesionales para que los disfruten en Islandia, Alemania, Portugal, Dinamarca o Suecia.

Tapen mejor la grieta, estúpidos. Tápenla de una vez.

Estamos casi a la cola de Europa en gasto sanitario por habitante. Pero hay dinero sobrado para chiringuitos múltiples, para chorradas diversas, para ocurrencias estrambóticas, para comprar voluntades, para fastos y festejos, para inútiles asesores, para asesores de los asesores, para asesores de los asesores de los asesores, y para una insoportable cleptocracia que dinamita el país. Sólo con lo defraudado por la Güterl y los ERE, estarían ahora en España todos los profesionales sanitarios que se han tenido que marchar al extranjero.

¡Ánimo, compañeros madrileños! ¡Ánimo, compañeros de Cantabria, de Asturias, de Murcia, de Aragón, de Andalucía, de Canarias…! ¡Ánimo, compañeros de España! ¡A por todas, caiga quien caiga! ¡Por nosotros, por nuestra profesión, por la sanidad pública y por nuestros pacientes!

¡Ánimo, compañeros!

¡Tapemos la grieta de la piscina! ¡Tapemos la grieta! ¡Tapemos la grieta!

Firmado:

Juan Manuel Jimenez Muñoz.

Médico de Andalucía (España).

¿POR QUÉ AHORA?

Llevamos más de dos años y medio con las urgencias cerradas y con la misma falta de medios humanos y materiales en la sanidad pública y hasta ahora no se han manifestado ni los sindicatos de la sanidad ni los partidos políticos de la oposición.

Ya era hora de que se movilizasen.!!! Bienvenida sea la protesta pública ¡¡¡.

Lo triste es que lo hacen por intereses políticos y personales tanto los unos como los otros, los unos porque han comenzado con la campaña electoral del año que viene y los otros porque piden estabilidad y mejores condiciones laborales, que es licito y está muy bien que todo se mejore acorde al servicio que se presta, que es de primera,

No, no lo hacen por que les importe la situación de los ciudadanos; No, no lo hacen porque tengamos mejor atención y servicio; Ya hubo otras Mareas Blancas por esto mismo y cuando consiguieron sus intereses, todo volvió a la misma situación. Realmente les importamos un carajo

¿Dónde han estado estos dos años y medio que hemos estado, y seguimos, sin Urgencias en los municipios, y entre ellos el mío, Colmenar Viejo?

¿Dónde han estado mientras han podido fallecer miles de personas por no disponer de una atención de emergencia rápida en su localidad?

Según el consejero de Sanidad, en sus intervenciones públicas, al respecto de las Urgencias, reconocía que el 1% de más de un millón setecientas mil personas que se han dejado de atender en las Urgencias de la Comunidad de Madrid en estos más de dos años y medio sin atención eran de emergencias y el 25% de Urgencias.

La urgencia se conoce como una situación de salud que se presenta de forma inmediata pero que no hay riesgo de vida.

En el caso de la emergencia, este concepto se define como una situación de salud que se presenta de forma inmediata y que necesita que la atención sea inminente, ya que el riesgo de vida es muy alto.

¿Qué ha sucedido con esas 17.000 personas que han tenido una emergencia médica y no pudo asistir a su centro más cercano?

¿Qué ha sucedido con esos 475 colmenareños que han necesitado una emergencia en los últimos dos años y medio?

Malnacidos todos aquellos que han podido hacer algo y movilizarse, como en el día de hoy para evitar que las Urgencias se cerraran y han estado callados durante más de dos años y medio.

Alzo mi voz por todas las personas que han podido fallecer por la falta de asistencia rápida en una emergencia.

Señor presidente del gobierno, ¿Qué está usted y su gobierno, haciendo para que se cumpla el artículo 43 de La Constitución Española, como norma jurídica suprema del estado español, que regula, de forma básica, el derecho a la salud?

¿Señora presidenta de la Comunidad de Madrid le queda a usted un ápice de humanidad en su interior? ¿Duerme usted tranquila, sabiendo lo que pueden estar sufriendo familias por no tener un servicio de emergencia?

Y ahora dice querer implantar un servicio de urgencia por video asistencia, ¿se ha vuelto usted majara? ¿Piensa de verdad que una emergencia se puede tratar por video asistencia? Si es así, está usted muy mal o actúa de muy mala fe y es un peligro para los madrileños.

Y por supuesto, si yo fuese enfermero, jamás accedería a realizar el papel que no me corresponde, se esta jugando con la vida de personas.

Si realmente les preocupamos a los sindicatos de la sanidad y a los políticos de la oposición, tiene que haber una manifestación a la semana hasta que la presión haga que estos inhumanos que dirigen la sanidad madrileña recapaciten y pongan los medios necesarios para que las personas tengamos el derecho que nos avala en la constitución.

Señor alcalde de Colmenar Viejo, deje ya de transmitir a los medios lo que te mandan desde Génova y de enviar cartitas de amor al consejero de Sanidad, no sea Abrazafarolas ni Comeflores y movilice a su pueblo para que vean que estas con nosotros y no por sus propios intereses personales y partidistas.

Además, le recuerdo que entre las competencias que tiene como alcalde de Colmenar Viejo, está la de actuar en caso de infortunios públicos (Estado desgraciado en que se encuentra alguien). Hay miles de colmenareños es ese estado por no tener urgencias médicas.

A los de arriba les sujetamos la base y si la base se mueve, ellos caen. En una palabra, solo les preocupa los votos y si ven que pueden perder las próximas elecciones, se movilizaran para mejorar la salud pública.

Abrazafarolas: Que se abraza o dice que sí a todo lo que haga falta.

Comeflores: El que hace cualquier cosa para caer bien a otra persona.

Miguel Pedrosa

La guerra, la economía y el Pretencioso

Recuerdo cuando EEUU se invento unas armas de destrucción masiva que nunca existieron y convenció al pretencioso de Aznar, (pretencioso: que pretende ser más de lo que es), para cubrir el cupo necesario para atacar Irak y todos los ciudadanos españoles, en su mayoría, salimos a la calle con el grito de “NO A LA GUERRA”, el PSOE, IU, Sindicatos y demás partidos políticos de la oposición y Asociaciones movilizaron a toda su militancia y simpatizantes, trayendo autocares llenos a Madrid desde todas las provincias del país para asistir a la manifestación.

Hasta el presidente Zapatero se abstuvo de saludar a las tropas americanas en el desfile   de la Hispanidad. No se levantó ni aplaudió al paso de la bandera de Estados Unidos en el desfile militar por el Paseo de la Castellana. Fue su forma de protestar por la guerra de Irak.

Algo que le honraba en aquel momento, pero claro, estaba en la oposición y tenía que hacer méritos ante sus simpatizantes y afiliados y al mismo tiempo recoger votos de todos los que estábamos en contra de la guerra, de aquella y de todas.

Qué curioso que ahora que gobierna el PSOE, a cambio de prebendas a todos los que les mantiene en el poder, nos meten en una guerra auspiciada, como casi todas las guerras, por EE. UU., contra Rusia, utilizando al peón pretencioso de Zelenski como en su día utilizo al peón de Aznar.

Donde esta el PSOE, IU e incluso Podemos en estos momentos, callados y dando órdenes a los medios de comunicación para que no informen a los ciudadanos de nada de la guerra salvo de que Rusia es un invasor y mata civiles. Incluso la Unión Europea, otro peón de peones, que da órdenes a los grandes de informática para que anule todo lo que salga en las redes sobre la Guerra de Ucrania salvo que sea a favor y en contra de la URSS.

EE. UU. esta arruinando, otra vez más, a Europa y por ende a España, pero ellos no son los culpables de la situación, los que realmente son culpables son los gobiernos europeos, incluido el español por ser unas marionetas de los americanos. Y otra vez nos ha tocado un nuevo pretencioso, el presidente Sanchez, el primero a la hora de decirle sí wuana, lo que mande.

La consecuencia, triste, de todo esto, es que nos ha metido de lleno en una guerra y en una economía de guerra, sin solicitar opinión alguna al pueblo español y gastando lo que no tenemos en armamento y ayudas económicas a Ucrania, comprando la energía mas cara y endeudarnos a las familias hasta la coronilla.

Pero este nuevo pretencioso se saca de la manga nuevos impuestos para recaudar todo lo que pueda, así como recogiendo mas dinero europeo que tendrán que devolver los nietos de nuestros nietos, suben los alimentos, los servicios, los suministros, etc. pero la culpa de toda esta mala gestión y decisiones arbitrarias no la tiene el gobierno junto a su chaman, sino que la tienen los empresarios que suben poco los sueldos, recurso populista del que no tiene argumentos para aclarar lo que está haciendo, pero le da igual y mete en el mismo saco a los autónomos y a las pequeñas empresas que ya les es imposible seguir adelante con esa situación pero al chaman solo quiere recaudar y recaudar para poder seguir lamiéndole el culo a la administración americana.

La ralentización económica, el fin de las ayudas y la subida de los precios y los costes ha provocado en los primeros cuatro meses del año el cierre de 12.611 empresas. No hay que olvidar que si se cierran empresas hay familias que acaban en el paro y de nuevo problemas con el pago de deudas y para mantener a la familia.

 

Es imposible mantenerse a flote si los costes suben y no se repercuten en los productos y si se repercuten en el producto no sirve de nada la subida de salarios porque volverá a dar la vuelta la pescadilla, es de sentido común.

Puedo estar de acuerdo en que los grandes empresarios no deben seguir ganando el mismo margen de beneficio en esta economía de guerra en la cual nos ha metido este pretencioso de presidente,, pero que no incluya a los pequeños ni autónomos y además que rebaje el IVA de la alimentación y suministros al 4% y reduzca los ministerios aunando en otros para reducir los gastos, pero no, eso no… aquí somos los demás los que tenemos que sufrir sus decisiones arbitrarias, el pretencioso chaman tiene que mantenerse y mantener a los que le sujetan. Ya lo dijo el Roto en una excelente viñeta, cuando firmaron el pacto PSOE Y Podemos y se hicieron una foto abrazándose, no se abrazan, se sujetan...

Se avecinan tiempos peores a los actuales, pero si os fijáis bien, todos los que salen del gobierno acaban en puestos de alto standing en empresas o cargos en instituciones europeas o internacionales, como paso con todos los que tenia Zapatero y Aznar, a estos personajes no les preocupa el pueblo, solo miran por ellos y nos reparten migajas vendiéndonoslas como la solución a nuestros problemas y por otro lado nos rebajan las pensiones y nos suben la carestía de la vida.

Los gobiernos caen si el pueblo no les vota. El poder esta en el pueblo. Abramos los ojos y dejémonos de ideologías y miremos el interés general de la población en el momento de votar.

 

CHAMNISMO: En el chamanismo, al chamán se le da la capacidad de modificar la realidad o la percepción colectiva de esta según su religión/ideología o interés de su grupo y responden a una especie de lógica causal.

 ("Todo cuanto se hace, tiene causa")

Miguel Pedrosa

 

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