Paremos la guerra. Reclamemos la verdad.
- Escrito por Angel Luis Cancela Zapatero
- Publicado en Actualidad
Nuestros conocimientos científicos, como humanidad, ya son capaces de engendrar mamíferos sin espermatozoides, y de revertir el envejecimiento. Y de generar energía ilimitada de la aceleración gravitatoria.
La identidad no tiene masa, sólo es energía, conciencia.., por eso su eternidad es natural.
La identidad es conciencia, y la conciencia energía.
Energía eterna.
Sin límites espaciotemporales.
Cada identidad es, somos, energía de conciencia.
Muchísimo más potente que la nuclear.
Y es esa energía de la conciencia la que define, pone y acepta límites de la realidad.
La que define en cada cuerpo, qué parte de la realidad capta y atiende.
Pero lo que importa es el qué somos,, energía eterna sin tiempo espacio, además de en qué estamos.
Estamos en un cuerpo, con masa y tiempo espacio, con la conciencia que es nuestra identidad.
Al ser energía de conciencia, sin fronteras, nuestra identidad es a la vez única, múltiple, y universal.
Podemos, por ejemplo, sentir lo que siente el árbol, o la semilla, el pájaro, o cualquier ser humano, por más enemigo de otro que crea ser.
La energía de la conciencia es inmune a cualquier "realidad" con masa.
Sin necesidad de ella.
Y puede estar, tanto en el núcleo de cualquier estrella, como en el vacío, como en el conjunto del universo, y en millones de ellos paralelos.
El concepto general más conocido y parecido es el de Dios.
Y Dios en nosotros, siendo cada individuo, y a la vez parte suya y Él mismo.
Y también interlocutor, como ya habían observado todos los místicos.
A nuestras identidades sólo las distinguimos por nuestra masa, el cuerpo/espacio/tiempo que habitamos.
Y, en esta perspectiva, resulta un torpe, doloroso y absurdo equívoco creer que haber nacido en un lugar u otro del planeta, justifica destruir a los que hayan nacido o habiten otra parte del planeta y se llamen a sí mismos, chinos, o españoles. Rusos o ucranianos.
Es solamente información equivocada.
Falta de información.
No vas a morir porque te maten, pero es un desperdicio destruir un cuerpo que aún tiene capacidad de gozo hacia su plenitud y de expresión de tu exclusiva belleza..
Y es un horror, creerte esos límites absurdos y cortos sobre ti mismo, que nos ha impuesto la sociedad bestial, del siglo pasado.
¡Eres un ser infinito!
¡Compórtate como tal y goza de tu plenitud!
¡Para esta guerra!
¡Reclama la verdad!