¿A qué esperamos? ¿A la alternativa de la guerra nuclear final?

Nuestros conocimientos científicos, como humanidad, ya son capaces de engendrar mamíferos sin espermatozoides, y de revertir el envejecimiento. Y de generar energía ilimitada de la aceleración gravitatoria.

La identidad no tiene masa, sólo es energía, conciencia..,  por eso su eternidad es natural.

La identidad es conciencia, y la conciencia energía.

Energía eterna.

Sin límites espaciotemporales.

 Cada identidad es, somos, energía de conciencia.

Muchísimo más potente que la nuclear.

Y es esa energía de la conciencia la que define, pone y acepta límites de la realidad.

 La que define en cada cuerpo, qué parte de la realidad capta y atiende.

Pero lo que importa es el qué somos,, energía eterna sin tiempo espacio, además de en qué estamos.

Estamos en un cuerpo, con masa y tiempo espacio, con la conciencia que es nuestra identidad.

Al ser energía de conciencia, sin fronteras, nuestra identidad es a la vez única, múltiple, y universal.

Podemos, por ejemplo, sentir lo que siente el árbol, o la semilla, el pájaro, o cualquier ser humano, por más enemigo de otro que crea ser.

 La energía de la conciencia es inmune a cualquier "realidad" con masa.

Sin necesidad de ella.

Y puede estar, tanto en el núcleo de cualquier estrella, como en el vacío, como en el conjunto del universo, y en millones de ellos paralelos.

El concepto general más conocido y parecido es el de Dios.

 Y Dios en nosotros, siendo cada individuo, y a la vez parte suya y Él mismo.

Y también interlocutor, como ya habían observado todos los místicos.

 A nuestras identidades sólo las distinguimos por nuestra masa, el cuerpo/espacio/tiempo que habitamos.

Y, en esta perspectiva, resulta un torpe, doloroso y absurdo equívoco creer que haber nacido en un lugar u otro del planeta, justifica destruir a los que hayan nacido o habiten otra parte del planeta y se llamen a sí mismos, chinos, o españoles. Rusos o ucranianos.

Es solamente información equivocada.

 Falta de información.

 No vas a morir porque te maten, pero es un desperdicio destruir un cuerpo que aún tiene capacidad de gozo hacia su plenitud y de expresión de tu exclusiva belleza..

Y es un horror, creerte esos límites absurdos y cortos sobre ti mismo, que nos ha impuesto la sociedad bestial, del siglo pasado.

¡Eres un ser infinito!

¡Compórtate como tal y goza de tu plenitud! 

¡Para esta guerra!

¡Reclama la verdad!

Ya sé que esta guerra no es cosa mía Ni tuya.

¿O sí?

Porque el dolor de cada ser humano nos debe doler a todos.

 ¿O no?

Porque cada uno tiene sus momentos de reír o llorar, de recoger o desparramar.

¿O sí?

Porque cada injusticia que no se corrija se va a repetir por el infinito hasta llegarnos a todos ¿O no? 

Porque toda la realidad es parcial y diferente para cada individuo, y con esta guerra unos madurarán para bien y otros quedarán rotos de muchas formas

 Pero el camino de la duda, y de la confusión consecuente, es el camino necesario de la comprensión. La duda metódica.

Y la comprensión es necesaria para todos.

La verdad es necesaria para todos.

Por ejemplo:

¿Habéis oído hablar de un país, que está formado por unos estados  unidos independientes, que reclama el desarme universal nuclear y de las armas de destrucción masiva, que tiene a la OTAN a sus órdenes, y que paga el sueldo de los empleados de la ONU que viven y trabajan en su país, que predica la democracia por el mundo, y la libertad de prensa y la libertad de mercado, y asegura que tiene derecho a invadir a cada país que no sea demócrata, para salvar a sus ciudadanos?

¿Y habéis oído de un país

- que hizo una guerra civil, para someter a los estados unidos que se opusieran a la dependencia de un grupo de ellos más poderoso? (El Norte contra el Sur)

- que fue el único de todo el mundo, que tiró dos bombas nucleares sobre dos poblaciones matando cientos de miles de civiles inocentes. Y aún se sienten orgullosos de haberlo hecho, y de ser el que más armas nucleares y biológicas tiene de todo el planeta.

- que dirigiendo la OTAN ha invadido a más países democráticos del mundo como Libia donde mató a su presidente sodomizándole, y como Yugoslavia donde mató a su presidente en el Tribunal Penal Internacional.

- que ha conseguido que la ONU no condene nunca ninguna de sus invasiones o intervenciones armadas en países de los cuatro continentes.

- que tiene un sistema electoral que incumple todos los parámetros de calidad de la democracia, con unos partidos políticos directamente elegidos por las aportaciones de capital privado, que también controla todos los medios de comunicación, y el propio Estado.

- que mantiene prisionero en Inglaterra (como un nuevo Guantánamo) al periodista que informó al mundo de la verdad de los crímenes de guerra del gobierno de ese estado, con una demanda de extradición para condenarle a muerte natural con 175 años de cárcel. 

- que prohíbe comprar o vender petróleo en todo el mundo, si no es en dólares, con su moneda, y si no es a través de la organización OPEP, que impone los precios para aumentar sus beneficios.

Adivinas cual es?

  Y puede ser, que esta guerra no sea cosa mía ni tuya, pero conocer la verdad de cualquier cosa de la que se nos informe sí es cosa nuestra.

Porque el engaño es un daño real.

Y más cuando con él te hacen participar de una guerra.

Imagina, aunque sea mucho imaginar, que pudiera ser que a este presidente de Ucrania, le hubieran contratado para hacer de actor y hacerle presidente de su país, a base de comprar publicidad y propaganda con dinero sin límites, de otro país innombrable, para provocar la invasión de su país por un adversario económico del innombrable.

Imagina, aunque sea mucho imaginar, que el país innombrable tuviera en su nómina, y en su control a todos los presidentes de todos los gobiernos europeos, y a todos sus diputados, al punto de hacerles aplaudir al actor presidente que pide ir a la guerra a todos contra el invasor, como estaba programado desde el principio.

Imagina, aunque te resulte difícil, que el presidente del gobierno de España, diga un día que no a la guerra, y al día siguiente diga que sí, que manda armamento de guerra y manda dinero para pagar a mercenarios profesionales de la guerra, que allí en Ucrania desgasten al invasor para poder luego arruinarle y derrotarle y poner otro gobierno suyo en ese país.

  Y perdona por haberte hecho imaginar tantas cosas horribles, por aquello de la duda metódica.

Pero que parecen, por desgracia, enteramente ciertas al ver el desarrollo de los acontecimientos.

Imagina que nos suben a todos el precio de toda la energía, que nos vuelven a racionar los alimentos, que nos suben el precio de todas las cosas.

Imagina quien gana con esto. Europa arruinada, el Euro arruinado.

El dólar subirá como la espuma, y nos comprarán otra vez el voto a todos, y todos los gobiernos volverán a ser suyos, y por fin, podrán cercar a China, y comérsela con patatas.

Hubo un presidente de la ONU, creo que alemán, que una vez se opuso a un abuso de un estado innombrable, y de repente todos nos enteramos de que había sido un criminal de guerra nazi, y fue destituido.

¡Necesitamos la verdad! ¡Necesitamos que la mentira sea un delito para evitar volver a votar a criminales que se hacen pasar por santos!

Y habremos encontrado la parte buena de esta guerra.